Hay muchas ocasiones en que me pregunto a dónde va a parar el mundo en que vivimos. Esto lo digo ya que la realidad parece que desborda en muchos casos las emociones de la gente y termina superando las más locas ficciones. Vemos las noticias, oímos a las personas hablar de distintos temas, y leemos sobre tantas cosas que parece que solo lo negativo parece estar teniendo cada vez más lugar en el mundo.
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Y en medio de lo que sucede en el mundo, lo que queremos que pase, y lo que pensamos que debería pasar, nos encontramos los seres humanos.
Experimentando una realidad aparte
Esto me lo planteo como parte del hecho de que he observado a muchas personas que parecen vivir en una realidad aparte, como si nada les afectara, como si nada les importara. Reflexionando un poco, siento que es importante entender un fenómeno tan curioso, porque no estoy hablando aquí de personas que están buscando afectar negativamente el mundo, sino de personas que no dejan que la realidad afecte negativamente su propia existencia.
Son personas que no se dejan invadir por las penalidades que pudieran estarles afectando, sino que han elegido de manera distinta la forma como las afrontan. Entonces, son personas que parecen vivir como aisladas en sus propios mundos personales, mundos que están completamente aparte de todo cuanto acontece, aunque la realidad existencial que les circunda esté afectando muy negativamente a otras personas en sus mismas condiciones.
Es así que dichas personas pueden estar viviendo situaciones traumáticas, tales como muchas otras personas a su alrededor, pero no las experimentan de la misma manera, por lo tanto no las sufren ni les perturba de una manera que les impida funcionar.
Por lo tanto, como su análisis subjetivo de la realidad les hace entender y ver las cosas de forma distinta, este tipo de personas pueden sobrevivir o sobrellevar situaciones adversas sin esfuerzo aparente, lo que les hace ser supremamente resilientes (por decirlo de alguna manera).
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La felicidad es la motivación
Pensar en el tipo de personas que acabo de mencionarles, me hizo darme cuenta de que la motivación para actuar de tal manera es una de dos: 1. Realmente se sienten así (o sea, esas personas sienten que viven en una realidad aparte); o 2. Decidieron vivir de dicha manera por alguna razón. La diferencia entre una condición u otra es el nivel de consciencia que se tiene, por lo tanto, puedo pensar que la razón número dos es la más coherente y probable en la mayoría de los casos.
Siendo que la motivación personal de todo ser humano sano es ser feliz; y que no todos pueden lograrlo debido distintos motivos internos o externos a su propio ser; es comprensible entonces que muchas personas se abstraigan y decidan limitar el contacto que tienen con la realidad. Este distanciamiento o limitación de la realidad, no es de una manera total que les haga perder el sentido común, sino más bien como una forma de filtrar todo lo que puede contrariarles en el mundo.
Ello nos hace entrever que es una manera, de dichas personas, de no perder la cordura y de soportar las situaciones adversas de una forma en que sienten que aún pueden buscar y conseguir la felicidad (según la definición que tienen de ella); así que es una manera de afrontar la realidad que acontece, pero de una forma más conveniente y mejor.
Vale aclarar que este tipo de personas se preocupan por el bienestar suyo y de sus familiares y amigos, y comparten con su entorno, por lo que son empáticas, pero ello no evita que vean la realidad, es decir, a la vez, entienden que ser infelices por cuanta cosa acontece en el mundo; y victimizarse a sí mismos o vivir como mártires no es saludable ni ideal.
Un hallazgo personal: Yo estoy abstraído de la realidad
Pensando en todas estas cosas que les menciono, comencé a darme cuenta de algo que me pareció asombroso, de que yo mismo estoy viviendo desde hace muchos años en una especie de abstracción de la realidad, en la que la limito y manejo según lo que puedo digerir y soportar. Entonces, esto me hace entender que también podemos limitar la realidad de manera inconsciente; simplemente por intuitiva inteligencia emocional.
Ya que como acabo de decir, yo no era consciente de esto hasta que comencé a reflexionar sobre estas cosas. Pero ahora lo veo como algo de lo más comprensible; ya que para poder soportar la realidad, solo tenemos dos opciones: 1. Cambiarla para mejor, o 2. Dosificarla. Y todo dependerá entonces de lo que percibimos como más probable; ya que ello nos hará decidir el mejor curso de acción para nosotros.
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Entonces, básicamente, se trata de que hay que cambiar la realidad a nuestro gusto, a nuestro ideal; y si no podemos hacerlo, debemos entonces dosificarla para poder soportarla de la mejor manera y no perder la razón. Porque la manera como administramos la realidad, es lo que nos permitirá ser más o menos felices respectivamente.
Ya que en el mundo hay muchos problemas, y no podemos hacerles frente a todos, pero lo que sí podemos elegir es cómo nos afectan dichos problemas; y es allí donde la dosificación de la realidad nos ayudará para soportar aquellas cosas que no podemos cambiar por un motivo o por otro; mientras cambiamos y mejoramos las que sí podemos.
Yo, por ejemplo, vivo en un país con muchísimos problemas de todo tipo, y sin embargo, me encuentro luchando día tras día por ser mejor, por ser feliz, sin importar las contrariedades que pueda estar experimentando. Y no, no es que no sepa acerca de las penalidades que está pasando mi país, ni los sufrimientos y problemas que están experimentando la mayoría de las personas en el mismo, ni tampoco se trata de que no me importen estas cosas (porque no es así); sino de que he elegido afrontar las cosas de una manera diferente, dosificando lo que veo y experimento, para poder enfrentar mejor los problemas, y ser más feliz en el proceso.
Y es que no estoy excluido ni ajeno a los problemas de mi país; ya que técnicamente sí me afectan, pero mantengo con una actitud diferente ante ellos.
Dosificando la realidad: Lo importante al respecto
Como parte de esto de la dosificación que les menciono, les pongo el ejemplo de las noticias: En muchas oportunidades anteriores he mencionado que hay que discernir las fuentes de la información fiables de las que no lo son; y es algo que en medio del bombardeo informativo que tenemos hoy en día debido a Internet y los medios sociales, es cada vez más imprescindible, en especial si queremos estar bien informados y no perder nuestra salud mental por tantas preocupaciones.
Ya que les digo algo; yo personalmente he visto como en las redes sociales (Facebook, X, TikTok, Instagram, y demás) la gente maneja la información como les da la gana. Entonces las noticias falsas se viralizan indiscriminadamente, al punto de que, se han insertado tanto en nuestra realidad, que ya no sabemos que es lo cierto de lo que no; solo sabemos que estamos bombardeados de datos y de suspuestas informaciones que nos crean tensión y preocupaciones innecesarias con los efectos adversos que ello puede traer para nuestros nervios y nuestra salud.
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Pero aún más, si no sabemos discernir la información real de la que no lo es; no es solo que nos afectará nuestra tranquilidad y nuestra salud mental y estaremos desinformados; sino que además, tendremos opiniones erradas acerca de muchos temas; y aún peor, nos volveremos tontos útiles, que facilitan el proceso de desinformación que fuentes desconocidas están tratando de masificar. Básicamente, estaremos ayudando a difundir cosas que no son verdaderas; haciendo el mundo más insoportable o díficil para aquellos que no saben dosificar la realidad, ni discernir la información tampoco.
En este sentido, les pongo un ejemplo sencillo, tengo una Tía que vive difundiendo en Whatsapp cuanto mensaje preocupante le mandan, sin cerciorarse de la fiabilidad, ni de la fecha, de dicha información o datos. El resultado es que ella se preocupa, y difunde información que en muchos casos es falsa o caducada; porque muchas veces son mensajes que aunque puedan contener información real, llevan años difundiéndose en Internet y han perdido vigencia.
Por este tipo de cosas es que puedo parecer huraño, o atípico, pero aunque tengo smartphone (como todo el mundo), y tengo Whatsapp y demás redes sociales, no estoy en muchos grupos; y no difundo ningún mensaje sin haber constatado la veracidad del mismo. Y esto lo hago por todas las razones mencionadas, además de que mi agenda es muy ocupada como para estar perdiendo el tiempo difundiendo cosas que encima, no son ciertas.
Filtrando las noticias, los datos y la información por nuestra propia salud personal
Por la misma razón, ahora pueden entender porqué es que digo que he limitado mi realidad para dosificarla y hacerla más aceptable para mí y para los que me rodean. En esto, también he dosificado las noticias que veo en Internet, ya sea a través de páginas de noticias, de blogs, de videos de YouTube, y de canales de televisión. ¿Cómo lo he hecho? En una forma básica, me limito a estar pendiente de las noticias de los temas que me interesan y me ayudan en mi vida y en mi trabajo; es así de simple.
Ello significa en mi caso que mayormente estoy pendiente acerca de noticias referentes a crecimiento personal, finanzas y tecnología; y todo lo demás que esté fuera de ese ámbito queda casi por completo filtrado. Ahora, esto no significa que realmente nunca me entere de nada que esté fuera de esos ámbitos; sino que mayormente controlo hacia donde dirijo mi atención; y mi atención va hacia los temas que sé que son útiles, interesantes y edificantes para mí y para quienes me rodean.
Esto quiere decir que puedo ver (y veo) titulares de noticias de cualquier tipo de temática, pero profundizo solo en aquellas que me resultan interesantes, edificantes, útiles y/o entretenidas. Por lo tanto, rechazo el amarillismo, y las noticias superfluas que solo traen preocupación, drama y dolor.
Ya que aún en el caso de las noticias plenamente verificadas referentes a todos los ámbitos que existen; personalmentte no considero que estar informado de cuanto hecho desafortunado ocurre en el mundo sea ninguna ventaja para nuestra salud mental. Es por ello entonces que considero que limitar nuestra atención a lo que nos ayuda, se vuelve un filtro imprescindible para mejorar nuestra calidad de vida personal.
Antes, cuando era joven, yo no gozaba de tal sabiduría, por lo que entonces siempre vivía con una inconformidad, tristeza e infelicidad personal por cuanta cosa desafortunada veía en las noticias; pero luego, a base de tantas reflexiones y experiencias, fui aprendiendo a limitar aquello a lo que doy mi atención.
Por esto muchas personas dicen que estoy desinformado sobre muchos temas; y mira tú, sí, así es, y no lo niego; porque prefiero estar desinformado sobre temas de los que puedo prescindir, que estar plenamente informado de cosas que solo me causan intranquilidad personal y perturbación emocional innecesaria. Suena egoísta, lo sé; pero es una cuestión que (como ya dije) aprendí a hacer con el curso de los años para no vivir sumido en la rabia, la tristeza y la depresión por cosas que realmente no está en mis manos cambiar.
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¿Las personas que viven en su propio mundo son más felices?
Como consecuencia de saber manejar nuestra atención adecuamente, entonces podemos ser verdaderamente felices, o cuando menos, más resilientes y funcionales. Entonces, no es alocado decir que las personas que vivimos en nuestro propio mundo (de esta manera) somos más felices; ya que es realmente así.
Y es fácil darse cuenta de ello, porque toda persona que vive en su propia realidad, controlando su atención y enfocándola en lo que le importa y le hace sentir bien, cae menos en depresiones, tristezas, etc.
Claro que reflexionando aún más sobre este tema vemos que no podemos generalizar tampoco, ya que todo es cuestión de decisión y subjetividad. ¿Por qué lo digo? Porque también existen las personas que viven en su propia realidad, pero de pena y de dolor; me refiero al caso totalmente opuesto de todo lo que he hablado hasta ahora en este post; o sea, estoy hablando ahora del caso de las personas que enfocan su atención en todo lo que les pasa, pero de una manera negativa.
Estas personas pueden estar viviendo en el mejor país del mundo, y gozar de todas las oportunidades del mundo en sus vidas; pero siempre vivirán deprimidas, viendo lo que está supuestamente mal en el mundo y en ellas, como buscando siempre una excusa para ser infelices. Son expertas en ver el vaso medio vacío, aunque esté medio lleno.
Y este es precisamente el tipo de personas que no debemos jamás ser; y aún más, es el tipo de personas de las que hay que alejarse lo más posible; ya que ellas no aceptan ver la realidad de otra forma que no sea dramática y negativa, sin importar cuantas razones tengan para estar agradecidas ni de las infinitas bendiciones que puedan gozar en sus vidas; y en medio de esto, afectan negativamente el ánimo de quienes les rodean.
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La felicidad es una cuestión de decisión personal
Por simple lógica entonces, la felicidad es una cuestión de decisión personal; por lo que podemos elegir ser felices, o ser infelices en nuestras vidas. El asunto es qué elegimos...
¿Necesitamos vivir en el país de las maravillas para ser felices?... O ¿Podemos ser felices aún si no es así? Es cosa de cómo lo veamos; así que dependerá de nuestra forma de ver la vida, de nuestra sabiduría, de nuestra capacidad filosófica, de nuestra inteligencia emocional.
En todo ello, ayuda el preguntarnos cosas como: ¿Ganamos algo con sentirnos infelices en nuestras vidas? Ciertamente no ganamos nada con ello; más que frustración, incomodidad y rabia; pero muchas personas prefieren vivir siendo infelices porque el ego de tal condición les da una sensación de estar viviendo en la realidad; de que ello les hacer sentir más vivas, más reales, más auténticas; cuando lo cierto es que están desperdiciando la oportunidad de vivir con felicidad.
Así que la felicidad no depende, en la mayoría de los casos, de las circunstancias que nos rodean, sino de la forma como afrontamos las mismas. No se trata de que tengamos la vida resuelta en todos los sentidos, sino de que siempre mantengamos nuestra atención y nuestros esfuerzos en aquellas cosas que realmente nos importan y nos llenan como personas. Así que ahora entienden porqué digo que ser feliz se trata de una decisión personal; y que si vivir en nuestro propio mundo es requisito para ello; pues hay que asumir la realidad de tal forma.
¿Qué opinas sobre el tema tratado? Por favor comenta.
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