Cuando hacemos viajes de placer y vemos lugares hermosos y alucinantes todo lo queremos fotografiar y contar.
Hoy no vengo a hablarles de esos lugares hermosos lleno de color y buena vibra, sino de un lugar tristemente hermoso; pues su ecosistema y paisajística es excepcional aunque la historia que marca este sitio está muy relacionada con angustia y dolor.
Sin embargo me es imposible dejarlo de hacer pues el valor histórico y sociocultural que tiene Armero (Colombia) es impresionante, uno de los lugares donde ocurrió una de las catástrofes más grandes de toda América. Sucedió allá por el año 1985. Producto a la erupción del volcán de Nevado del Ruiz, fueron afectados varios departamentos colombianos. Y pudiéramos decir que en Armero no quedó piedra sobre piedra llevándose la vida de 25 mil colombianos.
La historia recoge de todo con respecto a este doloroso suceso, culpables han sido nombrados muchos, desde un sacerdote que decretó una maldición sobre el pueblo hasta el Señor Ivan Duque padre, que como uno de los líderes sociocomunitarios de aquella zona, hizo caso omiso a todas las advertencias de científicos y otros tantos activistas que advertían sobre los riesgos y el peligro inminente que se cernía sobre algunas comunidades cercanas al volcán el Nevado del Ruiz.
Lo cierto es que el dolor de aquellos días sigue resonando aún hoy. Es imposible olvidar a Omayra, aquella niña que sobrecogió a todos en las noticias por su resistencia y valor ante la muerte inminente permaneciendo viva por tres días atrapada entre los restos de la avalancha y su casa, mientras la prensa y los corresponsales disparaban flashes fotográficos en su rostro. Allí en el sitio donde padeció la pequeña, hay un cartel que indica quien vivió y murió en aquel lugar, gracias a su madre que años más tarde arregló aquel sitio.
Visitar este lugar sobrecoge y estremece, ver el abandono en el que permanece el "Parque de la vida" duele hondo, aún más cuando debería ser un recordatorio de que estamos vivos, mientras que 25 mil personas no sobrevivieron.
Armero sigue siendo un lugar para visitar y resaltar, hay en su cementerio, en sus monumentos, una luz por ellos y por la vida que tenemos, aunque la tristeza de hechos como aquel, aún nos quiebre el alma al recordar.
Este post es libre de IA.
Todas las fotos utilizadas son tomadas con el móvil de mi amiga Betty Bolivar y usadas con su permiso.
https://www.instagram.com/betty.bolivar.1?igsh=Y3hiZTBocWtwanI3
ENGLISH VERSION
When we make pleasure trips and see beautiful and amazing places we want to photograph and tell.
Today I do not come to tell you about those beautiful places full of color and good vibes, but of a sadly beautiful place;because its ecosystem and landscape is exceptional although the story that marks this site is closely related to anguish and pain.
However, it is impossible for me to leave it because the historical and sociocultural value that Armero (Colombia) has is impressive, one of the places where one of the largest catastrophes in all America occurred.It happened there in 1985. Product to the eruption of the Nevado del Ruiz volcano, several Colombian departments were affected.And we could say that in Armero there was no stone on stone taking the lives of 25 thousand Colombians.
The story collects from everything with respect to this painful event, guilty have been appointed many, from a priest who decreed a curse about the people to Mr. Ivan Duque Padre, who, as one of the sociocomune leaders of that area, ignoredAll the warnings of scientists and many other activists who warned about the risks and imminent danger that hovered on some communities near the Nevado del Ruiz volcano.
The truth is that the pain of those days still resonates today.It is impossible to forget Omayra, that girl who overwhelmed everyone in the news for her resistance and value against imminent death remaining alive for three days trapped between the remains of the avalanche and her house, while the press and correspondents fired photographic flashes inHis face.There at the site where the little girl suffered, there is a sign that indicates who lived and died in that place, thanks to her mother who years later arranged that place.
Visiting this place overwhelms and shudders, seeing the abandonment in which the "Life Park" remains deep, even more when it should be a reminder that we are alive, while 25 thousand people did not survive.
Armero is still a place to visit and highlight, there is in its cemetery, in their monuments, a light for them and for the life we have, although the sadness of facts like that, the soul still breaks when remembering
This post is free of AI.
All the photos used are taken with the mobile my friend Betty Bolivar and used with her permission.
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