Cuando se habla de grandes amores, no puedo dejar pensar en mi amada Anastasia. Ella y yo vivimos tantas aventuras que nos unieron de por vida, aunque ya no estamos juntos.
Nos conocimos en un sanatorio, a donde me había autointernado para superar unos ataques de depresión que por poco acaban con mi vida, y seguramente de no haber llegado ella a mi vida, no estaría contando este breve relato.
Desde el primer día que nos conocimos en la fuente del patio central del internado, supimos que seríamos el uno para el otro, sin importar que yo fuera amarillo y ella azul; pues, cuando el amor te atropella en el primer encuentro lo menos que importa son las diferencias, ya sean del color de piel, de la edad e incluso de creencias.
Son indescriptibles los momentos de pasión que vivimos desenfrenadamente entre los árboles, detrás de la fuente y en cuanto recóndito lugar nos permitiera desahogarnos sin que nadie nos pudiera ver. ¡Ah, cuantos planes hicimos juntos para cuando nos dieran de baja en la institución!
Lamentablemente, a Tasha la dieron de baja antes que a mí y nunca más la volví a ver. He llegado a pensar que quizá descubrieron nuestras locuras y decidieron separarnos, o tal vez ella estaba más preparada que yo para vivir la absurda vida fuera del sanatorio.
Lo que nunca podré aceptar es que todos se hallan puesto de acuerdo y pretendan decirme que ella solo está en mi deprimida mente, y que los medicamentos me harán olvidarla.
Hace un mes que logré escaparme de ese encierro y de esa cuerda de locos; y aunque ahora vago por las calles sin rumbo, sé que algún día daré con ella y jamás me rendiré hasta encontrarla. Anastacia me espera en algún lugar y la encontraré.
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EXTRAÑO CONCURSO Nº 37: Una extraña historia de Amor
... escribir una historia corta inspirada en esta pintura la cual podrás usar en tu post, aunque no es indispensable.
El post deberá ser redactado en español, con una extensión mínima de 100 palabras y máxima de 300.