Sin vidrios rotos en el alma (Es/En) lntroduce My Self.

in voilk •  3 days ago

    VERSIÓN EN ESPAÑOL

    «Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mí un pajarito me contó que estamos hechos de historias»
    Eduardo Galeano

    Estamos hechos de historias, dijera el escritor Eduardo Galeano, y ellas han acompañado el recorrido de mi vida. Decisiones tomadas, sueños que me han delatado y otros “vividos”.
    Esa soy yo, una “loca cuerda y feliz” que se ha tomado muy en serio, eso de que no hay cuerdos felices, como expresara Lewis Carroll, en su libro Alicia en el país de las maravillas.

    Me traslado a la infancia, aprendí a jugar yaquis, cantaba, simulando un micrófono y creía que bailaba igual que las bailarinas del Ballet español de Cuba con unas cositas que mi papá inventó que sonaban como unas castañuelas; el fatalismo geográfico se interpuso en ese sueño y de veras que me fascinaba. Bienvenidos a mi presentación.
    Permítanme agradecerles a todos por dejarme entrar en sus vidas. ¿Están listos para este viaje conmigo?

    He llegado aquí por la casualidad, un conocido me comentó que tenía una amiga que también trabajaba en la universidad y que le gustaba escribir; yo la conocía porque estudiamos juntas en la escuela primaria: ella es @yanerkidiaz y amable como siempre me explicó, y a su vez me confió a su primo, @eduardo909613, el que me advirtió de algunos detalles. Después me indicó que @davidsantafe, amigo de mi papá de muchos años atrás, me enseñaría lo más importante y como si fuera su hija me ha mostrado las sendas: con mi empeño estoy aquí.

    Vivo en San Luis, en la provincia de Pinar del Río, Cuba. Soy la mayor de dos hermanas; siempre fui inquieta y curiosa; la maestra de Preescolar comía de mi pan con tortilla caliente, mientras yo tocaba el piano del closet donde guardaba los juguetes o escuchaba La escuelita del aire.

    Mucho aprendí en la Escuela Primaria José Martí; me incliné siempre por el español y aprendí a redactar con mi vecino Francisco, a quien le agradezco, donde esté, por su paciencia infinita y por incentivar, sin quererlo, mi verdadera vocación.

    Recuerdo bien a mis amigos del barrio y a los de mi hermana, yo le daba clases a los míos como una gran maestra, en una pizarra que mi papá me compró, y ella disfrazaba a los de ella con collares y zapatos de nuestras madres. Jugué, soñé que lo sería, y lo conquisté.

    Después de cursar la secundaria básica en la ESBEC Eduardo García Delgado y el preuniversitario en la ESPA de la provincia, y de graduarme de un duodécimo grado, con idas y vueltas a mi casa, en guaguas, camiones y trenes en los que me perdía y contaba las paradas, estudios de madrugada, una fascinación por el mundo de las letras y una animadversión por las matemáticas, logré avanzar hacia el “Instituto Superior Pedagógico Rafael María de Mendive de Pinar del Río”, otrora, Universidad “Hermanos Saiz Montes de Oca".

    Allí estuve cinco años entre la memoria afectiva de Marcel Prust, la ironía del ser humano, Las Meninas y el capricho de comprobar si éramos “cultas” o no.

    Hubo una profesora despiadada que nos convenció de que no seríamos gimnastas. Pero otras dejaron huellas imborrables, como Mary Mesa por su comprensión; Ana Delia, que nos enseñó a “atrapar” las ideas a las que los escritores se habían aferrado, como Galeano, para “sacar algún vidrio roto del alma, que lastima y hace sangrar; al ponerlos en un papel ya no dañan”.

    A María del Carmen, mi tutora, debo el goce de participar en los eventos, heredado de los Fórums estudiantiles, en los que crecido.

    Junto a compañeras de aula, emprendí un vuelo de tropiezos y esperanzas. “Pero cosa del destino” fue que se sentara a mi lado una habanera que no decía llave del fregadero, sino la pila del agua y tostones y no ambuilas, porque así es nuestro idioma, quien hasta hoy es como otra hermana; Liliana: una mezcla de seriedad que se entrelaza con los consejos siempre acertados.

    Comencé a trabajar en esta institución, lo que me ha llevado a explorar diversas oportunidades. Era feliz, pero más formada cuando obtuve mis títulos de Máster en Ciencias de la Educación y el de Doctora en Ciencias Pedagógicas, y meses después, Profesora Titular.

    En la universidad imparto docencia de Historia de la lengua española, dirijo el Programa Nacional de Lectura en el departamento de Extensión Universitaria. También soy revisora de la Revista de Educación Mendive y correctora de la Editorial LiberCiencia; labores que siempre me atrajeron; en ellas he disfrutado hacer lo que me gusta. ¡Gracias a Yudit y a Andrés!

    Sostienen mi vida, mis padres que siempre mostraron una ayuda incondicional. Una de esas buenas oportunidades que la vida no me daría dos veces lo son mi esposo y nuestro niño; él me ha ayudado a perseguir sueños; su amor y comprensión me han dado la fuerza que necesito para enfrentar desafíos y nuestro niño de nueve años persigue metas y sonríe mientras dibuja números, pero se le olvida qué orientó la maestra en la tarea de Lengua española.

    Me acompañan también mis sobrinos, que aún extraño con el corazón estrujado, y que desde la distancia soy la mezcla perfecta entre el ChatGPT y la calidez humana, porque deseo con toda mi alma que recuerden siempre que son los creadores de sus propios destinos.

    Junto a mí, ese trocito de niñez que nunca pierdo, mi hermana que mientras acomoda un poco su vida allá donde los malos hacen cosas buenas, nos ayuda a encauzar la nuestra al lado de su esposo y del pequeño rayo de sol que ilumina nuestras vidas (Cuki) la nieta de nuestra otra hermana querida, la prima Yemi, que desde el cielo vela por nosotros.

    Han acompañado mis alegrías y desventuras, amigas leales e inseparables que aprendieron a quererme tal y como soy, Liliana y también Karina, a la que conocí en la ESPA y que en su bicicleta azul me ayudaba a llegar a la guagua o al tren la para que pudiera llegar a mi casa.

    He aquí mi historia: cambio de oportunidades laborales, para
    lograr encontrarme conmigo misma, anécdotas que me animé a relatar y otras que he elegido cómo vivir: historias tienen mucho que ver conmigo y con lo que soy. Gracias por haber estado a mi lado y espero que hayan podido conocerme mejor, y que esta presentación les haya brindado una visión clara de mis experiencias y aspiraciones. ¡Espero poder colaborar y aprender junto a todos ustedes!

    Foto tomada con mi Xiaomi Redmi 9
    Traductor por deepl translate

                      ENGLISH VERSION
               Without broken glass in the soul
    

    «Scientists say we are made of atoms, but a little bird told me that we are made of stories»
    Eduardo Galeano

    We are made of stories, said the writer Eduardo Galeano, and they have accompanied the journey of my life. Decisions made, dreams that have betrayed me and others “lived.”
    That's me, a “crazy, sane and happy” who has taken very seriously the idea that there are no happy sane people, as Lewis Carroll expressed in his book Alice in Wonderland.

    I go back to my childhood, I learned to play Yaquis, I sang, pretending to have a microphone and I thought I danced like the dancers of the Spanish Ballet of Cuba with some little things that my father invented that sounded like castanets; geographical fatalism got in the way of that dream and it really fascinated me. Welcome to my presentation. Allow me to thank you all for letting me into your lives. Are you ready for this journey with me?

    I got here by chance, an acquaintance told me that he had a friend who also worked at the university and who liked to write; I knew her because we studied together in primary school: she is @yanerkidiaz and kind as she always explained to me, and in turn she confided to me her cousin, @eduardo909613, who warned me about some details. Then she told me that @davidsantafe, a friend of my father from many years ago, would teach me the most important things and as if I were his daughter he has shown me the paths: with my effort I am here.

    I live in San Luis, in the province of Pinar del Río, Cuba. I am the eldest of two sisters; I was always restless and curious; the Preschool teacher ate my bread with hot tortilla, while I played the piano in the closet where I kept the toys or listened to La escuelita del aire. I learned a lot at the José Martí Primary School; I always leaned towards Spanish and learned to write with my neighbor Francisco, whom I thank, wherever he is, for his infinite patience and for encouraging, unintentionally, my true vocation.

    I remember my friends from the neighborhood and my sister's well. I taught my friends like a great teacher, on a blackboard that my father bought me, and she dressed hers up with necklaces and shoes from our mothers. I played, I dreamed that I would be one, and I won.

    After completing basic secondary school at the ESBEC Eduardo García Delgado and pre-university at the ESPA in the province, and graduating from twelfth grade, with trips back and forth to my house, on buses, trucks and trains in which I got lost and counted the stops, studying at dawn, a fascination for the world of letters and an animosity towards mathematics. I managed to advance to the “Instituto Superior Pedagógico Rafael María de Mendive de Pinar del Río”, formerly the “Hermanos Saiz Montes de Oca” University.

    I spent five years there, between the emotional memory of Marcel Prust, the irony of the human being, Las Meninas and the whim of checking whether we were “cultured” or not. There was a ruthless teacher who convinced us that we would not be gymnasts.

    But others left indelible marks, like Mary Mesa for her understanding; Ana Delia, who taught us to “catch” the ideas that writers had clung to, like Galeano, to “take out some broken glass from the soul, which hurts and makes you bleed; when you put it on paper it no longer hurts.”

    To María del Carmen, my tutor, I owe the joy of participating in the events, inherited from the student Forums, in which I grew up.

    Together with classmates, I embarked on a flight of stumbles and hopes. “But it was fate that a Havana native sat next to me who didn’t say “la grifo del fregadero” (sink key), but “la pila del agua” (water sink) and “tonstones” (fried plantains) and not “ambuilas” (ambula), because that’s what our language is like, and who is like another sister to this day; Liliana: a mix of seriousness that is intertwined with always accurate advice.

    I began to work in this institution, which has led me to explore various opportunities. I was happy, but more educated when I obtained my Master’s degree in Educational Sciences and my Doctorate in Pedagogical Sciences, and months later, I became a Full Professor. At the university I teach History of the Spanish language, I direct the National Reading Program in the University Extension department. I am also a reviewer for the Mendive Education Journal and a proofreader for the LiberCiencia Publishing House; tasks that have always attracted me; in them I have enjoyed doing what I like. Thanks to Yudit and Andrés!

    My parents, who always showed unconditional help, sustain my life. One of those good opportunities that life would not give me twice is my husband and our child; he has helped me pursue dreams; his love and understanding have given me the strength I need to face challenges and our nine-year-old child pursues goals and smiles while drawing numbers, but he forgets what the teacher told him to do in his Spanish homework.

    I am also accompanied by my nephews, whom I still miss with a heavy heart, and from a distance I am the perfect mix between ChatGPT and human warmth, because I wish with all my soul that they remember me they are always the creators of their own destinies.

    Next to me, that little piece of childhood that I never lose, my sister who while she arranges her life a little where the bad guys do good things, helps us to channel ours next to her husband and the little ray of sunshine that lights up our lives (Cuki) the granddaughter of our other beloved sister, cousin Yemi, who watches over us from heaven.

    My joys and misfortunes have been accompanied by loyal and inseparable friends who learned to love me just as I am, Liliana and also Karina, whom I met at the EXPA and who on her blue bicycle helped me get to the bus or the train so I could get home.

    Here is my story: changing job opportunities, to find myself, anecdotes that I dared to tell and others that I have chosen to live: stories that have a lot to do with me and with who I am. Thank you for being by my side and I hope that you have been able to get to know me better and that this presentation has given you a clear insight into my experiences and aspirations. I look forward to collaborating and learning together with all of you!

    Photo taken with My Xiaomi Redmi 9
    Traduce whit deelp traductor

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