En los pliegues de las palabras
Debo concentrarme en buscar algo. Sé que existe porque mi memoria, aunque muchas veces creo que no es una gran archivera, me habla a través de destellos. Existe, lo sé. Es una tontería, pero puede ser la pieza de un rompecabezas, como puede serlo un cisne o dos a los 37 días del año. Bien podría ser algo casual. O no. Sin embargo, me gusta imaginar y crear con mi imaginación. Espera, espera… solo necesito hacer esta publicación hoy porque ando demasiado atada a lo convencional, con sus variaciones y locuras, claro. Es inevitable que exista este condimento en lo que escribo.
No necesito que me entiendas; mientras menos, mejor. Fue un regalo. Sí, eso fue. En forma de sueño con un mensaje dentro de sus pliegues. Porque a menudo me visto de sueños y tú también. Son ropas sin costuras. Sencillas, pero elegantes ropas sin costuras, debo enfatizar en esto. Algo en lo casi nadie puede reparar, aunque se lo muestres con “pelos y señales”. Ay Cortázar.
CONSERVACION DE LOS RECUERDOS Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: "Excursión a Quilmes", o: "Frank Sinatra".Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a lastimarte", y también: "Cuidado con los escalones". Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.
😅 Es de aquí lo de "con pelos y señales".
Pero voy al punto desde otro ángulo. A ver, cuando pienso en mi vida de manera general pienso que es bastante sencilla y pausada. Tiene sus momentos en los que se agita un poco, como la de otras personas que suelen llevar un ritmo más acelerado. Y también pienso que hay personas, quienes, aún llevando ese acelerado ritmo, tienen algo que amo con todas las fuerzas de mi ser: atención, atención a los detalles. Esto habla mucho de ellas.
Mi madre, por ejemplo, que no se puede callar los regalos que me compra y me los revela antes de que llegue el día de entregármelos, muchas veces me sorprende con este tipo de acciones. Dijo que me compró para mi cumpleaños un frasco de agua de violetas. Es la colonia que uso después de bañarme. Me encanta esta colonia. Y si hablamos de color, bueno, no sé qué me pasa con ese color. No me gusta mucho; sin embargo, hay cosas de ese color que sí. Como ves, el agua de violetas es una de ellas. ¿Qué será la otra? No precisamente tiene ese color, pero venía envuelta en ese color. Ja, las ropas, sin costuras. Un sueño. Creo que pocos entenderán de lo que hablo. Sonrío, soy traviesa. Soy así, no puedes cambiarme. Nadie puede.
Es solo un ejercicio este escrito, digamos. El ejercicio de fluir, incansablemente. Eso es. Y con buena energía. Sobre esto debo decir algo también. Algo que me ocurrió hace dos días. Me fui de compras online. No compré nada, puede parecer extraño, lo sé. Pero me gustó poner cosas en un carrito, cosas que realmente me gustan y necesito. Lo deshice, sí. Cancelé la compra al final, y al cancelarla pensé que realmente no necesitaba todo lo que había elegido. Paradójico. Pudiera parecer una pérdida de tiempo, pero no lo entendí así porque me ayudó a mirar más cuidadosamente a mi alrededor.
¿Cuántas cosas no vemos porque nos enfocamos en ese deseo de satisfacer a nuestro instinto animal? Ese deseo que a veces está más allá de toda la razón?
No vemos la intención, no vemos el motivo, no vemos el fabuloso detalle que ata con más fuerza a quienes deben estar juntos porque vibran en una frecuencia igual.
Palabras, palabras… esto hago a veces. Intento decir cosas profundas con palabras. Dejo correr mis emociones y deseos latentes a través de los pliegues de las palabras. He dicho, quizás, cosas trascendentales, al igual que no pocas equivocadas. Lo tolero, lo acepto, están ahí por una razón, la de evolucionar. Y así se va tejiendo la obra de mi vida, se desliza la música por mi andar, se crean mundos para ser explorados y sentidos.
No sé tú, pero yo estoy de acuerdo con que todo lo que se crea en este mundo se enuncia y luego se siente. La magia de la creación ocurre con el esfuerzo que hacemos después. Todo está atado a los finísimos hilos que vamos tejiendo a través de nuestras palabras y sentimientos. ¿Quieres algo? Dilo y luego piensa en lo maravilloso que se siente tener eso que has deseado.
Un día leí en un libro lo siguiente:
—En el curso del mundo hay de vez en cuando momentos — explicó el maestro “Hora”— en que las cosas y los seres, hasta lo alto de los astros, colaboran de un modo muy especial, de modo que puede ocurrir algo que no habría sido posible ni antes ni después. Por desgracia, los hombres no son demasiado afortunados al usarlas, de modo que las horas astrosas pasan, muchas veces, sin que nadie se dé cuenta. Pero si hay alguien que la reconoce, pasan grandes cosas en el mundo.
Este libro se titula Momo y fue escrito por Michael Ende. Es una novela infantil muy reveladora que te recomiendo. Para mí encierra mucha más sabiduría que lo que puedas hallar por ahí reseñado acerca de ella.
En realidad, estoy segura de que lo que buscaba al inicio del post lo he encontrado hace ya tanto tiempo... o puede que ahora esté hablando de otra cosa, quién sabe. Pero esto de lo que hablo, sea lo que sea, lo encontré sin saber muy bien que ya estaba conmigo. Estuvo siempre conmigo a lo largo de muchas vidas y me siento muy afortunada por haberme dado cuenta en esta.
Y como es un ejercicio de fluir, creo que estos versos encontraron también muy buen espacio aquí. Son mis versos escritos a mano, en una de esas noches en que decir algo es la primera opción antes de cerrar los ojos para viajar en sueños.
Preguntas y no sé…
Quizás nunca esté allí
tras el mostrador
porque soy simple
y todos andan buscando el cordón de plata
sin saber que lo llevan dentro.
Nadie toca a mi puerta para estar en silencio.
Piden sal
o cualquier cosa que petrifica el pasado
Yo solo asumo
que he de darles lo que solicitan
porque de palabras está hecho el mundo
pero antes tienen que ser moldeadas
y sentidas.
Todos tienen esa verdad
aunque no la reconocen
y sienten y moldean sin cesar
pero luego piden sal y cualquier cosa
que las estanca.
Y así: un ciclo interminable.
Me pregunto si tú
cuando llegues a mi puerta
vendrás en silencio.
⋆ ... ⋆
La Habana, 18 de febrero de 2024.
I must concentrate on looking for something. I know it exists because my memory, although I often think it is not a great archivist, speaks to me in flashes. It exists, I know. It's silly, but it may be the piece of a puzzle, as may be a swan or two, on the 37th day of the current year. It could well be a fluke. Or not. However, I like to imagine and create with my imagination. Wait, wait... I just need write this post today because I'm too tied to convention, with its variations and follies, of course. It is inevitable that there is this spice in what I write.
I don't need you to understand me; the less the better. It was a gift. Yes, it was. In the form of a dream with a message inside its folds. Because I often dress in dreams and so do you. They are seamless clothes. Simple, but elegant seamless clothes, I must emphasise this. Something that almost no one can notice, even if you show it to them with "hairs and signs". Oh, Cortázar.
PRESERVATION OF MEMORIES In order to preserve their souvenirs, the famas proceed to embalm them in the following way: After fixing the memory with hair and marks, they wrap it from head to toe in a black sheet and place it standing against the wall of the living room, with a little sign that says: "Excursion to Quilmes", or: "Frank Sinatra".The cronopios, on the other hand, those disorderly and lukewarm beings, let their memories loose in the house, amidst joyful shouts, and they walk in the middle and when one runs past, they caress it gently and say: "Don't hurt yourself", and also: "Watch out for the steps". That is why the houses of the famas are tidy and quiet, while in the houses of the cronopios there is a lot of noise and banging doors. The neighbours always complain about the cronopios, and the famas shake their heads sympathetically and go to see if the labels are all in place.
😅 That's where the "with hair and marks" comes from.
But I come at the point from another angle. Let's see, when I think about my life in general I think it's quite simple and leisurely. It has its moments when it gets a bit hectic, like that of other people who tend to have a faster pace. And I also think that there are people who, even though they have that fast pace, have something that I love with all the strength of my being: attention, attention to detail. This speaks volumes about them.
My mother, for example, who can't keep quiet about the gifts she buys me and reveals them to me before the day of delivery, often surprises me with this kind of action. She said she bought me a bottle of violet water for my birthday. It's the cologne I use after I take a bath. I love this cologne. And if we talk about colour, well, I don't know what's wrong with that colour. I don't like it very much; however, there are things about that colour that I do. As you can see, violet water is one of them. What's the other one? It's not exactly that colour, but it came wrapped in that colour. Ha, the clothes, seamless. A dream. I think few will understand what I'm talking about. I smile, I'm naughty. I'm like this, you can't change me. No one can.
It's just an exercise, this writing, let's say. The exercise of flowing, tirelessly. That's it. And with good energy. About this I must say something too. Something that happened to me two days ago. I went online shopping. I didn't buy anything, it may sound strange, I know. But I liked to put things in a cart, things I really like and need. I unpacked it, yes. I cancelled the purchase at the end, and when I cancelled it I thought I didn't really need everything I had chosen. Paradoxical. It might seem like a waste of time, but I didn't see it that way because it helped me to look around more carefully.
How many things do we not see because we focus on that desire to satisfy our animal instinct? That desire that is sometimes beyond all reason?
We don't see the intention, we don't see the motive, we don't see the fabulous detail that binds more strongly those who should be together because they vibrate on an equal frequency.
Words, words... this is what I do sometimes. I try to say deep things with words. I let my latent emotions and desires run through the folds of words. I have said, perhaps, transcendental things, as well as not a few wrong ones. I tolerate it, I accept it, they are there for a reason, to evolve. And so my life's work is woven, music slides through my walk, worlds are created to be explored and felt.
I don't know about you, but I agree that everything that is created in this world is enunciated and then felt. The magic of creation happens with the effort we make afterwards. Everything is tied to the very fine threads we weave through our words and feelings. You want something? Say it and then think about how wonderful it feels to have what you have wished for.
One day I read the following in a book:
-In the course of the world there are from time to time - explained the master "Hora"- when things and beings, up to the highest of the stars, co-operate in a very special way, so that something can happen which would not have been possible before or since. Unfortunately, people are not very fortunate in using them, so that the starry hours often pass by without anyone noticing them. But if there is someone who recognises it, great things happen in the world.
This book is called Momo and was written by Michael Ende. It is a very revealing children's novel that I recommend. For me, it holds much more wisdom than what you can find reviews of it out there.
Actually, I'm sure that what I was looking for at the beginning of the post I found so long ago... or maybe I'm talking about something else now, who knows? But this thing I'm talking about, whatever it is, I found it without knowing very well that it was already with me. It was always with me through many lives and I feel very fortunate to have realised it in this one.
And as it is an exercise in flowing, I think these verses found a very good space here too. They are my handwritten verses, on one of those nights when saying something is the first option before closing my eyes to travel in dreams.
You ask and I don't know...
Maybe I'll never be there
behind the stall
because I'm simple
and everyone is looking for the silver cord
without knowing they're carrying it inside.
No one knocks on my door to be silent.
They ask for salt
or anything that petrifies the past
I just assume
that I have to give them what they ask for
because the world is made of words
but first they have to be shaped
and felt.
Everyone has that truth
though they do not recognise it
and they feel and shape it incessantly
but then they ask for salt and anything else
that stagnates them.
And so on: an endless cycle.
I wonder if you
when you come to my door
You'll come in silence.
⋆ ... ⋆
Havana, 18 February 2024.
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