Hace un par de días aproveché a subir nuevamente en teleférico al Ávila, quería mostrarle a mis amigas que por primera vez visitan Caracas para que se llevaran una experiencia inolvidable, desafortunadamente estaba lloviendo y se mantuvo siempre nublado. Esto no quiere decir que no fue una experiencia única, pues, aunque no se vió el paisaje esperado, Caracas por un lado y La Guaira por el otro, disfrutamos de las nubes y la lluvia que atravesaban la cima de esta imponen montaña.
No todo es color de rosa, desde hace unos meses he tenido un recurrente problema en un oido, se me tapa en algunas ocasiones y no escucho absolutamente nada por varios minutos, así que el cambio de altura también me afectó y al bajar me costaba escuchar ya que se me tapó nuevamente, aunque media hora después ya escuchaba normalmente, debo ir a un otorrinolaringólogo lo más pronto posible.
Del resto, fue un gran viaje, les recomiendo esta experiencia a los que no han ido, y si está despejado, mejor.
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