Concurso Jueves de TBT / En la boda de una prima

La foto que les muestro no es la primera que boda que presenciaba, pero si la que recuerdo con más detalle y es la de una de mis primas mayores, la cual ya lleva como más de 15 años casada, como pasa el tiempo. Dicha ceremonia se llevo desde las tradiciones católicas, el esposo es evangélico y la familia igualmente, pero, el acepto y no tenia inconveniente que se hiciera bajo las formas de llevar dicha celebración dentro del catolicismo, incluso el a respetado todo lo que ella cree, las advocaciones marianas, los santos y todo lo que en los que evangélicos adopta y creen en su vida.

En fin, todo transcurrió de lo más bonito, varios de las familias que, si le echaban bromas al novio, diciendo que, si estabas obligado que dijera y cosas así, sin ninguna malicia ni nada por el estilo. Después de la eucaristía del matrimonio, nos dirigimos en caravana hasta el lugar que daría inicio a la fiesta, todo muy bonito y sobrio, un club con estilo de cabaña, pero que pegaba un frio, Dios terrible.

Las mesas tenían sus respectivos nombres, es decir, las familias que se sentarían ahí, mi mamá y mi hermana nos sentamos con mi tía y mis primas, además de sus vecinos, que eran buenos amigos de los novios. En las mesas laterales, estaban otros tíos y primos, todos estábamos cerca.

En esa fiesta, nadie traería los pasapalos ni nada por el estilo, todo estaba una mesa un poco retirada de todos nosotros. En eso y como siento que es debido, esperamos que la fiesta empezara y todos conversáramos, pero, la familia del novio como que tenia mucha hambre, porque arrasó con esa mesa que tenia una variedad de queso, pan y otros más, de verdad si dio un poco de pena, apenas acabábamos de llegar y de una se acabaron con todo, de milagro pudimos saborear algo, aunque al ver esa escena ya no queríamos tomar algo del mismo.

Mi prima si se molestó un rato, pero se le paso porque la sacaron a bailar, la distrajeron al fin y a cabo y como empezaron a tomar las fotos por mesas junto a los recién casado, más se le paso la rabia y la vergüenza. Todo de verdad logramos disfrutar, aunque en un punto ya los más pequeños se empezaron agotar, aun así, fue una bonita boda.