Soy una solitaria
Toda mi vida he sido una solitaria y me gusta serlo. Es decir, soy una persona que le gusta la soledad, que la disfruta. Soy una persona que desde niña busqué espacios para estar conmigo misma. Tengo tres hermanas, y me gustaba jugar con ellas, pero sentía la necesidad de buscar esos momentos de soledad. No siempre las personas entienden que te guste la soledad. Yo podía estar mucho rato en mi habitación leyendo cuentos y mamá se preocupaba. Me decía: －Hija, sal de ahí, no es bueno que estés tanto rato encerrada en ese cuarto.
Bueno, la verdad es que en la preadolescencia y la adolescencia, no me hizo bien esa tendencia a la soledad, ese gusto excesivo por la lectura. Era muy ensimismada, tenía unos pocos amigos fieles, que aunque no eran amantes de la lectura como yo, me querían y conversaban conmigo. Yo no tenía con quien comentar mis lecturas. Como lo hago ahora con algunos amigos o con mis alumnos o con mi amado Daniel. Viéndome en la distancia debí sentirme muy sola. Mis hermanas tampoco eran lectoras. Muy Emily Dickinson, que vivió en aquel ático de la casa familiar. La diferencia es que cuando llegué a la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, a comienzos de la década del 80, a los 17 ó 18 años, encontré algunos amigos con quienes conversar, aunque seguía siendo muy tímida.
La amistad
Una de las cosas que más valoro es la amistad. Quizá precisamente porque he sido una solitaria. A las aves raras no las quiere ni las comprende todo el mundo. Los pocos amigos que tuve en la infancia y la adolescencia me tenían una paciencia infinita, los solitarios somos necios, no nos abrimos con todo el mundo y solemos ser personas muy sensibles, y como ya dije, no fue hasta los 18 años que me encontré con personas que amaran los libros y la literatura y se parecieran a mí.
Yo era una niña triste, lloraba por tonterías que otras personas no les daban importancia, me sentía aislada. Pero tenía una amiga en la escuela, Luz Stella, que me tenía cariño, me invitaba a su casa, conversaba conmigo, y trataba de consolarme cuando me ponía triste. Ella era hija única, de padres divorciados y ella sí estaba sola en casa, pero era una niña alegre, cariñosa, y tuve la suerte de que fuese mi amiga. Pero cuando iniciamos el bachillerato su mamá volvió a casarse con un canadiense y se fueron a vivir al Canadá. Pero al iniciar el bachillerato encontré otra buena amiga, que me quería a pesar de mis rarezas, Jeannine, y empecé a formar parte de un grupo, con otro compañero de estudios de la infancia, Luis, que hasta hoy sigue siendo mi amigo.
La amistad literaria
Como en todas las artes, en el medio literario a veces puede prevalecer el ego, esa tendencia a pensar que uno es “especial”, que se es una figura destacada, importante, porque eres escritor o escritora. Admito que en mi adolescencia y mi primera juventud tuve esa clase de pensamientos. Pero con la madurez entendí que toda persona, sea cual sea su oficio, es “especial”, es única y merece mi valoración, mi respeto. Cada quien tiene sus habilidades, cada quien tiene su destino.
Si bien creo que me comprenden mejor mis amigos escritores o artistas, he aprendido a disfrutar el encuentro con personas que tienen otros oficios, eso me lo dio el tiempo, la madurez. Pero, sin duda, la profundidad de la conexión con los amigos que son escritores o escritoras es distinta. Esa conexión de alma a alma, desde los laberintos del adentro, desde la valentía que nos da haber explorado nuestras emociones y hacerlas piel en el poema, en el relato, en la crónica. Muchas personas no tienen esa valentía, rehuyen esas honduras, porque estar allí con frecuencia duele.
Con varias amigas escritoras luego de un recital poético en la librería Kalathos: Carmen Verde, Eleonora Requena, Sonia Chocrón y Gabriela Rosas
Tokonoma
Aunque no soy una persona gregaria, a lo largo del tiempo he estado vinculada a algunos grupos de escritores de mi ciudad, y a otros en el extranjero, a través de internet. Me ha unido a algunos de ellos el amor a la escritura y la lectura, pero también la amistad, la conexión afectiva. A finales de la década del 90, un amigo chileno, Marcelo Seguel Bon, quien entonces vivía en Venezuela, me invitó a participar en el grupo “Tokonoma”, que se configuró con un grupo de poetas que venían de un taller de poesía de la Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, durante alrededor de dos años nos reunimos cada semana para leer y comentar poetas venezolanos y universales, conversar sobre temas vinculados a la Poesía, leer nuestros textos. Recuerdo esas reuniones con mucho afecto, fueron muy enriquecedoras.
El Club de lectura "Entrevecinos"
Hace algunos años una amiga de mi vecindario me pidió apoyo para hacer un club de lectura, y aunque no había formado parte de un club de lectura hasta ese momento, le dije que sí, que podía contar conmigo, lo llamamos “Club de lectura Entrevecinos”, porque la idea inicial era un espacio de encuentro para personas del vecindario que les gustase leer y compartir lecturas en común. Inicialmente llegaron algunos pocos vecinos, pero después se unieron personas de otras partes de la ciudad. Cada semana leíamos y comentábamos algún texto y yo hacía una breve introducción sobre el autor que íbamos a leer. La mayoría de las personas no eran escritores, había personas de distintas profesiones, pero nos unió el amor por la lectura.
Con algunos amigos del Club de lectura junto al poeta Rafael Cadenas
Reunión del Club de lectura
El Círculo de Escritores de Venezuela
El Círculo de Escritores de Venezuela es una asociación civil sin fines de lucro creada en 1989 que agrupa a escritores venezolanos e hispanoamericanos con la finalidad de apoyarlos en conocer, estudiar, investigar, promover y divulgar su obra.. En la actualidad soy miembro del Círculo de Escritores de Venezuela, y aunque no nos reunimos presencialmente de manera asidua, eventualmente hacemos eventos literarios como recitales poéticos, presentaciones de libros, homenajes a escritores. Desde hace pocos meses el Círculo de Escritores abrió un chat en WhatsApp a través del cual compartimos eventos locales e internacionales, informaciones, libros que estamos leyendo en pdf, reflexiones. El número de miembros ha ido en aumento, se han incorporado algunos escritores de provincia y mantenemos a diario un intercambio muy enriquecedor.
La amistad literaria en Hive
Cuando llegué a Hive sabía muy poco sobre la web3, mi hermana Margarita me había puesto en contacto con los amigos de @rutablockchain y me animó la idea de compartir mis textos más allá de mi círculo habitual de lectores del mundo literario de Caracas y algunas otras ciudades de Venezuela. Busqué comunidades vinculadas a la literatura, pero inicialmente no tenía muchos lectores. Hasta que @germanandradeg me recomendó unirme a un grupo de escritores que se reunían en el discord los lunes en un programa llamado Días Ecencyales. A través de ese programa empecé a dialogar cada semana con un grupo hermoso de escritores, bajo la tutela de @johaleal , conversábamos sobre diversos temas, hacíamos ejercicios literarios, compartíamos nuestros textos.
Aunque este grupo parece haberse dispersado me quedó un grupo hermoso de amigos unidos por la pasión de escribir que sigo leyendo. Hace un par de años tuve la suerte de conocer personalmente a algunos de ellos en la Caracas Blockchain Week. Aunque se pueda pensar que el mundo de la web, el mundo de la web3, es un mundo distante, que no existe sino en la computadora, para mí ha sido muy enriquecedor haber leído a escritores de nuestra plataforma como @germanandradeg @numa26 @aguamiel @nanixxx @sacra97 @josemalavem @fragozard @yenmendt @gislandpoetic @getheenspring y el amigo @lecumberre quien en este momento se encuentra en un estado delicado de salud. Es por él que escribo este post, lo recaudado será en su beneficio. He disfrutado sus poemas rimados muchísimo.
Es verdad que la escritura es un acto solitario, que nos enfrenta con nuestro yo más profundo, pero la amistad literaria, cuando se dejan los egos a un lado, puede ser muy fructífera, nos ayuda a crecer como escritores. Gracias por tu lectura.
Las fotos que ves en este post pertenecen a mi álbum personal
LITERARY FRIENDSHIP
I am a loner
All my life I have been a loner and I like being a loner. That is to say, I am a person who likes solitude, who enjoys it. I am a person that since I was a child I looked for spaces to be with myself. I have three sisters, and I liked to play with them, but I felt the need to look for those moments of solitude. People don't always understand that you like solitude. I could spend a lot of time in my room reading stories and mom would worry. She would say to me: “Daughter, come out of there, it's not good for you to be locked up in that room for so long.
Well, the truth is that in my pre-adolescence and adolescence, I did not do well that tendency to solitude, that excessive taste for reading. I was very self-absorbed, I had a few faithful friends, who although they were not reading lovers like me, they loved me and talked with me. I had no one to discuss my reading with. As I do now with some friends, with my students or with my beloved Daniel. Seeing myself in the distance, I must have felt very lonely. My sisters were not readers either. Very Emily Dickinson, who lived in that attic of the family home. The difference is that when I arrived at the School of Letters of the Central University of Venezuela, at the beginning of the 80's, when I was 17 or 18, I found some friends to talk to, although I was still very timid.
Friendship
One of the things I value most is friendship. Perhaps precisely because I have been a loner. Rare birds are not loved or understood by everyone. The few friends I had in my childhood and adolescence had infinite patience with me, we lonely people are stubborn, we don't open up to everyone and we tend to be very sensitive people, and as I said, it wasn't until I was 18 that I met people who loved books and literature and were similar to me.
I was a sad child, I cried over silly things that other people didn't give importance to, I felt isolated. But I had a friend at school, Luz Stella, who was fond of me, invited me to her house, talked to me, and tried to comfort me when I was sad. She was an only child of divorced parents and she was alone at home, but she was a cheerful, loving girl, and I was lucky that she was my friend. But when we started high school her mother remarried a Canadian and they went to live in Canada. But when I started high school I found another good friend, Jeannine, who loved me in spite of my oddities, and I started to be part of a group with another childhood classmate, Luis, who is still my friend to this day..
Literary friendship
As in all the arts, in the literary milieu ego can sometimes prevail, that tendency to think that one is “special”, that one is an outstanding figure, important, because one is a writer. I admit that in my adolescence and early youth I had those kinds of thoughts. But with maturity I understood that every person, whatever his or her profession, is “special”, unique and deserves my appreciation, my respect. Everyone has their own abilities, everyone has their own destiny.
Although I believe that my writer or artist friends understand me better, I have learned to enjoy the encounter with people who have other professions, that was given to me with time and maturity. But, undoubtedly, the depth of the connection with friends who are writers is different. That soul-to-soul connection, from the labyrinths of the inside, from the courage that comes from having explored our emotions and making them skin in the poem, in the story, in the chronicle. Many people do not have that courage, they shy away from those depths, because being there often hurts.
With several writer friends after a poetry reading at Kalathos bookstore: Carmen Verde, Eleonora Requena, Sonia Chocrón and Gabriela Rosas.
Tokonoma
Although I am not a gregarious person, over time I have been linked to some groups of writers in my city, and others abroad, through the Internet. I have been linked to some of them by the love of writing and reading, but also by friendship and affective connection. At the end of the 90's, a Chilean friend, Marcelo Seguel Bon, who was then living in Venezuela, invited me to participate in the group “Tokonoma”, which was formed with a group of poets who came from a poetry workshop of the Center for Latin American Studies Foundation Romulo Gallegos, for about two years we met every week to read and discuss Venezuelan and universal poets, talk about issues related to poetry, read our texts. I remember those meetings with great affection, they were very enriching.
“Among neighbors” Reading Club
A few years ago a friend from my neighborhood asked me for support to start a book club, and although I had not been part of a book club until then, I said yes, she could count on me, we called it “Among neighbors” reading club, because the initial idea was a meeting place for people from the neighborhood who liked to read and share common readings. Initially a few neighbors came, but later people from other parts of the city joined us. Every week we would read and comment on some text and I would make a brief introduction about the author we were going to read. Most of the people were not writers, there were people from different professions, but we were united by our love for reading.
With some friends of the Book Club with the poet Rafael Cadenas
Book Club Meeting
Circle of Writers of Venezuela
Circle of Writers of Venezuela is a non-profit civil association created in 1989 that brings together Venezuelan and Latin American writers in order to support them in knowing, studying, researching, promoting and disseminating their work. At present I am a member of the Circle of Writers of Venezuela, and although we do not meet regularly in person, eventually we do literary events such as poetry recitals, book presentations, tributes to writers. Since a few months ago the Writers Circle opened a chat on WhatsApp through which we share local and international events, information, books we are reading in pdf, reflections. The number of members has been increasing, some writers from the provinces have joined and we have a very enriching daily exchange.
Literary friendship in Hive
When I came to Hive I knew very little about web3, my sister Margarita had put me in contact with the friends of @rutablockchain and I was encouraged by the idea of sharing my texts beyond my usual circle of readers from the literary world of Caracas and some other cities in Venezuela. I looked for communities linked to literature, but initially I didn't have many readers. Until @germanandradeg recommended me to join a group of writers who met on discord on Mondays in a program called Días Ecencyales. Through that program I began to dialogue every week with a beautiful group of writers, under the tutelage of @johaleal, we talked about various topics, we did literary exercises, we shared our texts.
Although this group seems to have dispersed I was left with a beautiful group of friends united by the passion of writing that I continue to read. A couple of years ago I was lucky enough to personally meet some of them at Caracas Blockchain Week. Although you may think that the world of the web, the world of web3, is a distant world, which does not exist but in the computer, for me it has been very enriching to have read writers of our platform as @germanandradeg @numa26 @aguamiel @nanixxx @sacra97 @josemalavem @fragozard @yenmendt @gislandpoetic @getheenspring and the friend @lecumberre who at this moment is in a delicate state of health. It is for him that I am writing this post, the proceeds will go to his benefit. I have enjoyed his rhyming poems very much.
It is true that writing is a solitary act, that confronts us with our deepest self, but literary friendship, when egos are put aside, can be very fruitful, it helps us grow as writers. Thank you for reading.
The photos you see in this post belong to my personal album.
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