Esta era mi primera expedición como estudiante de arqueología a lo más profundo de la selva de América central y habíamos tenido un hallazgo sorprendente: dos templos escondidos por la espesa vegetación.
Uno de los templos, el más pequeño, tenía una pantera tallada en la puerta y una inscripción que no fue posible descifrar. En el otro, una extraña imagen de una mujer sentada sobre un trono y un murciélago con las alas extendidas sobre su hombro. La puerta estaba abierta y un pasadizo oscuro y lleno de telarañas conducía a una cámara.
Escuchamos un ruido que se fue incrementando y al alumbrar con las linternas, cientos de murciélagos volaron sobre nuestras cabezas buscando la salida. En el centro de la cámara había un sarcófago que había sido profanado, la tapa estaba levantada y adentro no quedaba nada más que un símbolo, una estrella de cinco puntas, con un rubí en cada punta, incrustada en la piedra.
Este es un símbolo de protección. Miren las piedras. Es extraño que los ladrones de tumba no se los llevaran, pero sí que haya desaparecido el cuerpo. El Prof. Alvarado miraba las inscripciones y figuras que había sobre la tapa.
—Parece ser la tumba de una mujer poderosa pero peligrosa. Hay muchos símbolos de protección. Fue enterrada viva.
—¡Qué terrible destino y ¿qué hizo para recibir ese castigo?
—Eso es algo que debemos investigar, Mariela.
Después de tomar fotografías y muestras para analizar, nos retiramos para ir al campamento. La neblina comenzaba a bajar desde la montaña.
Nuestro guía Ramón nos indicaba el sendero. El Prof. Alvarado iba detrás, seguido por Mariela, la fotógrafa, una joven muy alegre y entusiasta. Yo caminaba detrás de ella, luego seguían Luis y Felipe, los otros arqueólogos participantes del proyecto, y Mateo, el asistente de campo
Ramón caminaba apurándonos porque nos decía que no era bueno que nos agarrara la noche en estos caminos.
—El bosque está lleno de espíritus, nosotros somos unos extraños, y pueden considerarnos una amenaza.
—¿Y qué pasaría si así fuera?, —pregunté con algo de temor.
—No nos dejarían avanzar.
—No me digas que tienes miedo, mi querido Jorgito. —Mariela se volteó a mirarme con una sonrisa pícara en su rostro pecoso.
Le iba a responder cuando Ramón nos hizo un gesto para que nos detuviéramos.
Una niña cómo de doce años de edad, estaba parada a un lado del río y nos miraba fijamente. Su larga cabellera negra le llegaba a la cintura. Estaba vestida con una bata de color amarillo que le llegaba hasta los tobillos y andaba descalza.
—!No pueden seguir!.—Su voz parecía flotar en el aire.
—¿Por qué no podemos?, —preguntó Ramón.
La niña entró en el bosque y desapareció.
—Es un aviso profesor, no debemos seguir. —La cara de Ramón estaba pálida.
—Tenemos que volver a los templos, no podemos quedarnos aquí. Hay que regresar, Ramón.
—Creo que es buena idea, profesor. Tenemos que respetar los espíritus del bosque; debemos regresar a los templos. Ya está oscureciendo.
—Yo estoy de acuerdo con el profesor. —Mateo nos miraba buscando el apoyo.
—No podemos quedarnos allí, ese templo no es un buen lugar. —Todos me observaron esperando que continuara hablando.
—El profesor ya nos dijo que fue la tumba de una mujer peligrosa. Y allí se siente una energía extraña. —Esto último lo dije en voz más baja porque era algo que yo había sentido al entrar allí.
De repente escuchamos de nuevo la voz de la niña.
—¡Regreseeeennnnn!
Un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Ramón corrió hacia el templo y nosotros hicimos lo mismo, ya no pensábamos, sino que nos dejamos llevar por el instinto de supervivencia. Cuando llegamos allí, la niña nos esperaba en la puerta. Su sonrisa nos heló la sangre. Sentí la mano de Mariela que tomaba la mía; estaba temblando.
—¿Quién eres?, —preguntó el profesor.
—Tú ya lo sabes, lo leíste en mi tumba y sé que no llegaste aquí por casualidad. Pero se los voy a decir a ellos, las inocentes víctimas de tu ambición.
Todos miramos al profesor, quien no respondió.
Soy más antigua que estas piedras donde me encerraron, creyendo que así me detendrían. Me alimento de otros seres, y me dicen vampira, pero no es sangre lo único que busco, es toda la energía de sus almas, soy una devoradora de almas
La niña aumentó su tamaño hasta abarcar la puerta del templo. Su rostro se transfiguró. Los colmillos salieron de su boca. De los dedos de las manos y piernas salieron largas uñas mientras desplegaba dos negras alas y, antes de que pudieramos salir del miedo paralizante, se lanzó sobre Mateo quién grito de terror mientras sentía no solo que se quedaba sin sangre, sino que su alma quedaba atrapada dentro de la espantosa vampira.
Agarré con fuerza la mano de Mariela y corrí hacia el primer templo. El profesor nos siguió mientras la vampira perseguía y devoraba al resto del equipo.
La puerta se abrió y los tres logramos entrar. La oscuridad era absoluta. Afuera se escuchaban los gritos de la vampira y las uñas rasgando la puerta.
—Ella no puede entrar aquí.
—¿Y cómo lo sabe?
—Porque este templo se creó para proteger a los sacerdotes que quedaron encargados de cuidar que el espíritu de la mujer no fuera liberado. Hay un pasadizo secreto que comunica ambos templos.
Me dirigí a él con rabia. —Usted nos engañó, ya sabía lo que nos íbamos a encontrar. No fue una expedición para hallar los restos de la cultura amerindia.
— Es cierto, yo estuve en la anterior expedición donde se abrió la tumba y liberamos ese ser maligno. Todos murieron, solo yo logré sobrevivir y regresé para tratar de contenerla y ustedes me van a ayudar.
—¿Pero cómo?
—La única manera es dejar que intente apoderarse del alma de una mujer después de haber devorado cinco almas. En ese momento se debilita y quedará atrapada durante 500 años más.
—Y usted cree que yo voy a ser esa mujer.
—Y yo, el último hombre que falta. ¡No lo vamos a hacer! ¡Está loco!
Agarré al profesor y lo empujé fuera del templo. Sus gritos eran espantosos.
Terminé mis estudios de arqueología un año después de aquella expedición donde yo fui el único sobreviviente. Me dolió tener que sacrificar a la bella Mariela. A veces recuerdo su cara de asombro y terror cuando la dejé al alcance de la vampira después de que esta se devoraba al profesor, pero luego pienso que le hice un gran favor a la humanidad y fue el inicio de mi fama y éxito como el mejor arqueólogo del mundo.
The devourer of souls
This was my first expedition as an archaeology student deep into the jungle of Central America, and we had a surprising find: two temples hidden by the thick vegetation.
One of the temples, the smaller one, had a panther carved on the door and an inscription that could not be deciphered. In the other, a strange image of a woman seated on a throne and a bat with wings spread over her shoulder. The door was open and a dark, cobwebbed passageway led to a chamber.
We heard a noise that grew louder and louder and as we shone our flashlights, hundreds of bats flew over our heads looking for the exit. In the center of the chamber was a sarcophagus that had been desecrated, the lid was lifted and inside there was nothing left but a symbol, a five-pointed star, with a ruby on each point, embedded in the stone.
"This is a symbol of protection. Look at the stones. It is strange that the grave robbers did not take them, but it is strange that the body is missing" Prof. Alvarado looked at the inscriptions and figures on the lid.
"It seems to be the tomb of a powerful but dangerous woman. There are many symbols of protection. She was buried alive"
"What a terrible fate, and what did she do to receive such a punishment?"
"That's something we need to investigate, Mariela"
After taking photographs and samples for analysis, we left to go to camp. The fog was starting to descend from the mountain.
Our guide Ramón showed us the trail. Prof. Alvarado followed behind, followed by Mariela, the photographer, a very cheerful and enthusiastic young woman. I walked behind her, followed by Luis and Felipe, the other archaeologists participating in the project, and Mateo, the field assistant.
Ramón was walking, hurrying us because he told us that it was not good for the night to catch us on these roads.
"The forest is full of spirits, we are strangers, and they may consider us a threat"
"And what would happen if they did," I asked with some trepidation.
"They would not let us advance".
"Don't tell me you're afraid, my dear Jorgito". Mariela turned to look at me with a mischievous smile on her freckled face.
I was about to answer her when Ramón motioned for us to stop.
A girl, about twelve years old, was standing on the side of the river and staring at us. Her long black hair reached her waist. She was dressed in a yellow robe that reached her ankles and was barefoot
"They can no longer!"
Her voice seemed to float in the air.
"Why can't we," asked Ramón.
The girl entered the forest and disappeared.
"It is a warning, professor, we must not go on". Ramon's face was pale.
"We have to go back to the temples, we can't stay here. We have to go back, Ramon".
"I think it's a good idea, professor. We have to respect the spirits of the forest; we must return to the temples. It's already getting dark"
"I agree with the professor". Mateo looked at us for support.
"We can't stay there, that temple is not a good place". Everyone looked at me waiting for me to continue talking.
"The professor already told us that it was the tomb of a dangerous woman. And there is a strange energy there". I said this last one in a quieter voice because it was something I had felt when I went in there.
"Suddenlyyyyy", we heard the girl's voice again.
The girl grew in size until she encompassed the door of the temple. Her face was transfigured. Fangs protruded from her mouth. Long fingernails sprouted from her fingers and legs as she unfurled two black wings and, before we could get out of paralyzing fear, she launched herself at Mateo who screamed in terror as he felt not only his blood run out, but his soul trapped inside the frightening vampire.
I grabbed Mariela's hand tightly and ran towards the first temple. The professor followed us as the vampire chased and devoured the rest of the team.
The door opened and the three of us made it inside. The darkness was absolute. Outside, we could hear the screams of the vampire and her nails tearing at the door.
"She can't come in here.
"And how does she know that?"
"Because this temple was created to protect the priests, who were left to see to it that the woman's spirit was not released. There is a secret passage that connects the two temples".
I turned to him angrily. "You deceived us, you already knew what we were going to find. It was not an expedition to find the remains of the Amerindian culture".
" It is true, I was in the previous expedition where the tomb was opened, and we released that evil being. Everyone died, only I managed to survive, and I returned to try to contain it, and you are going to help me".
"But how?"
"The only way is to let it try to take over a woman's soul after it has devoured five souls. At that point, she weakens and will be trapped for 500 more years"
"And you think I'm going to be that woman!".
"And me, the last man standing. We're not going to do it! You're crazy!"
I grabbed the professor and pushed him out of the temple. His screams were frightening.
I finished my archaeology studies a year after that expedition, where I was the only survivor. It pained me to have to sacrifice the beautiful Mariela. Sometimes I remember her face of astonishment and terror when I left her within reach of the vampire after she devoured the professor, but then I think that I did a great favor to humanity, and it was the beginning of my fame and success as the best archaeologist in the world
Thank you for reading
La traducción al inglés la realicé en www.deepl.com