Nuestra Señora de la Misericordia

Fotografía de Alen José Delgado Colina
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Virgen de Las Mercedes, Patrona de las personas que se encuentran privadas de su libertad
De acuerdo con el santoral de la Iglesia Católica, cada 24 de septiembre se celebra la festividad de La Virgen de La Merced, también conocida por el clero y los fieles católicos como Nuestra Señora de Las Mercedes o Nuestra Señora de La Misericordia.
Esta advocación se originó el 1 de agosto de 1218, cuando la Virgen se apareció, por separado, a tres personas: Pedro Nolasco, quien más adelante y en honor a la Virgen, fundó la Orden de la Merced, hoy conocida como Los Mercedarios, su principal carisma es la asistencia espiritual de las personas privadas de la libertad; también, la Virgen se le apareció al rey Jaime I de Aragón y a Raimundo de Peñafort, fraile dominico, maestro general de su orden de predicadores.
Cuentan que pasado diez días después de la aparición, los tres se encontraron en la catedral de Barcelona y compartieron haber tenido la misma aparición:
La imagen de la portada representa a la Virgen María, madre de Jesucristo, en su advocación de la Virgen de Las Mercedes; está imagen es venerada como patrona de la población de Río Chico, capital del Municipio Páez, Estado Miranda, República Bolivariana de Venezuela.
Hoy quiero felicitar a las personas que llevan el sagrado nombre de la Virgen, en su advocación Mercedes, a los que están de cumpleaños u onomástico; muy especialmente, a mi amada esposa Mercedes del Valle.
Anécdota
Aprovecho el espacio para contarles una anécdota que me sucedió, junto a otro monaguillo de La Iglesia Santa Cruz de Pacairigua de Guatire. Resulta que en la víspera de la celebración de la fiesta de la Virgen de Las Mercedes, el Padre Ricardo Búlmez, Capellán para la época de la Cárcel El Rodeo I, nos pidió que lo asistiremos en la Novena que cada año se realiza antes de la celebración religiosa; así que, nos pidió el favor de ir a rezar el Rosario junto a los privados de libertad; en pleno Rosario, ocurrió un motín carcelario y Efrain y yo quedamos atrapados en medio de aquella revuelta, los presos que estaban rezando junto a nosotros nos protegieron en una celda y ahí estuvimos hasta que las autoridades aplacaron el motín. La experiencia no fue nada agradable, tanto que cuando le contamos al Padre Ricardo Búlmez, él se preocupó por el peligro inminente que corrimos. Ah, por cierto, desde ese momento desistí de la idea de convertirme en Sacerdote Mercedario.
Gracias por llegar hasta aquí. Reciba un fuerte y cariñoso abrazo espiritual cargado de bendiciones, misericordia, protección, justicia y libertad que dispensa a sus hijos Nuestra Señora de Las Mercedes. Amén 🙏