Today's #DailyPrompt is
space vessel
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NAVE ESPACIAL
El vasto espacio se abrió con solemnidad y casi con un tono de terror ligado a melancolÃa ante mÃ, solo separado por la escotilla circular de nuestra vieja nave espacial. El paisaje estelar podÃa desafiar la imaginación de cualquiera, cualquiera menos a nosotros. ¿Cuántos años habÃan pasado? Para nosotros, 10 años, 20, 30... La nave espacial se habÃa convertido en nuestra propia prisión, una prisión donde tenÃamos todo para ser felices menos libertad. La oscuridad era interrumpida por alguna estrella titilante en la lejanÃa y los planetas, en su mayorÃa desolados, frÃos y apagados. Decido abrir mi bitácora, esa libreta de papel que me ha acompañado desde que comenzó el viaje, y me dispongo a tomar mis cinco minutos de escritura diaria. Ya simplemente no escribo sobre este viaje sin fin, más bien por los sueños de que el viaje llegue a su fin.
Las luces de la nave parpadean ocasionalmente, recordándome la lejanÃa del hogar, del verdadero hogar y la imposibilidad de un regreso cercano. Los demás miembros de la tripulación también han perdido la esperanza, aunque nadie lo dice, es un secreto contado a voces. Las historias se entrelazan, las mÃas y las de los demás. Hay momentos de risas, pero también de profundo silencio, mientras la inmensidad nos abraza.
En una esquina, nuestro astrónomo busca desesperadamente alguna señal que nos permita detener el viaje, quizás algún nuevo planeta que hemos pasado por alto. El ingeniero vuelve a revisar los sistemas, todo en orden a no ser por los pequeños defectos de la nave ocasionados por el tiempo.
Cada dÃa es un nuevo desafÃo, pero aquà estamos, con más desafÃos que esperanzas, en espera de un destello de ilusión, aunque sea de una lejana galaxia. ¿Alguien nos recordará? Guardo mi libreta justo después de escribir mi última palabra y me dispongo a hacer mis tareas diarias.
SPACE VESSEL
The vast space opened solemnly and almost with a tone of terror laced with melancholy before me, separated only by the circular hatch of our old spacecraft. The starscape could defy anyone's imagination, anyone but us. How many years had passed? For us, 10 years, 20, 30? The spaceship had become our own prison, a prison where we had everything to be happy but freedom. The darkness was interrupted by some twinkling star in the distance and the planets, mostly desolate, cold and dull. I decide to open my logbook, that pad of paper that has been with me since the trip began, and set out to take my five minutes of daily writing. I no longer simply write about this endless journey, rather for the dreams of the journey coming to an end.
The ship's lights flicker occasionally, reminding me of the remoteness of home, of true home, and the impossibility of a near return. The other members of the crew have also lost hope, although no one says so, it is a secret told out loud. Stories intertwine, mine and those of others. There are moments of laughter, but also of deep silence, as the vastness embraces us.
In a corner, our astronomer desperately searches for some signal that would allow us to stop our journey, perhaps some new planet we have overlooked. The engineer checks the systems again, everything in order except for the small defects of the ship caused by time.
Every day is a new challenge, but here we are, with more challenges than hopes, waiting for a glimmer of illusion, even if it is from a distant galaxy. Will someone remember us? I put away my notebook just after writing my last word and set out to do my daily chores.
Translated with DeepL.com (free version)
