Esta es una historia verídica de una chica que en sus años de estudiante de la secundaria solía escapar de clases o jubilarse como era el término utilizado, a ella sus padres la dejaban en la puerta del colegio y se iban a sus trabajos.

Media hora mas tarde ella se retiraba a la parada de buses donde la esperaba su novio, allí tomaban la buseta que hacia un recorrido bastante largo.

Yo no sé qué hacían en la buseta, solo que se sentaban en el último puesto y hablaba con su galán, algunas veces pagaban doble pasaje y otras no, por que hacían el recorrido de ida y vuelta, ella lo hacía por que el chico, no era aceptado por sus padres.

Esa era una forma de verse que ella pensaba no había ningún peligro de ser vistos o atrapada en su aventura sobre ruedas ya que la buseta se dirigía a una zona bastante alejada donde no tenia conocidos ni ellas ni sus padres.

Antes de la hora de salida estaba nuevamente en el liceo reunida con sus amigas, una de esas salidas nos invitó a que hiciéramos el recorrido con ellos, y nos fugamos un grupo llegamos a una urbanización llamada la Carucieña esto es en Barquisimeto, no lo van a creer pero cuando llegue a mi casa ya mi papá sabia de mi escapada y adivinen que me paso.

Les cuento que estuvieron a punto de sacarme del liceo, pero ninguna de las compañeras dijo nada de quien invento el paseíto.

Y la parejita bien gracias siguieron en lo suyo.