Hola, querida comunidad. Espero se encuentren muy bien. El día de hoy les traigo una historia bastante increíble donde dos personas totalmente desconocidas se conocen y colaboran entre sí para sacar el máximo potencial uno del otro.
La historia comienza con Alex, un joven empresario y manager, quien consiguió una gran fortuna gracias a su habilidad para ver oportunidades donde nadie las ve. Literalmente, puede venderte una hoja de papel a un precio absurdo.
Pero así como llegó su éxito, también se derrumbó de la noche a la mañana. Sin saberlo, su mejor amigo y socio había movido todo su dinero a una cuenta extranjera y lo dejó en la calle. A pesar de ser tan inteligente, nunca imaginó que su amigo le hiciera esto.
Al no tener ni un dólar en el bolsillo, comenzó a vivir en las calles. Todo esto le sentó bastante mal, pues para una persona como él, vivir en estas condiciones era peor que la muerte. No sabía qué hacer.
Sin embargo, se mentalizó y aclaró su cabeza. Había hecho su fortuna gracias a su inteligencia y sabía que podía volver a lograrlo. Así fue como comenzó recogiendo latas, las cuales les vendía a un puesto de chatarra. Después de tener un poco de dinero, comenzó a recorrer vecindarios lujosos donde la gente desechaba cosas casi nuevas, y empezó a recogerlas y venderlas por internet. Gracias a su gran carisma y habilidad, en unas semanas ya tenía dónde vivir cómodamente.
Resulta que un día, mientras compraba comida, escuchó a lo lejos a un chico cantar. Por su gran voz, pensó que podría ser un artista famoso, pero al cruzar la calle, vio a un chico de unos 17 años cantando y tocando por unas cuantas monedas. Al ver esto, quedó impactado, pues no podía creer que este chico, con tanto talento, estuviera aquí tocando por monedas. Al hablar con él, el chico se presentó como Claudio y le comentó que todos los días a la misma hora se pasaba ahí tocando para poder sobrevivir. Al escuchar todo esto, Alex no pudo contenerse y le dijo que él podría convertirlo en uno de los mejores del mundo.
A pesar de que Claudio era bueno cantando y tocando la guitarra, donde realmente era increíble era con la batería. Al tocarla, hacía que cualquier música sonara increíble.
Alex sabía que había encontrado un diamante en bruto y que lo iba a pulir. Así fue como se movió por toda la ciudad, consiguiéndole una audición con grandes guitarristas, los cuales, obviamente, lo rechazaban. Fue bastante complicado conseguir a alguien. Hasta que un día vio un folleto en la calle que decía que la empresa musical "Rising Stars" estaría buscando nuevos talentos, pero para eso tenías que cumplir ciertos requisitos.
Los más complicados eran conseguir un patrocinador, que debían ser, sí o sí, artistas que dieran el visto bueno, y pagar la inscripción, la cual costaba unos 1000 dólares.
Estas dos cosas eran bastante complicadas porque nadie quería escuchar a Claudio tocar la guitarra. Hasta que un día, alguien aceptó; fue un joven productor que quería ver y comprobar qué tan bueno era Claudio. Así que lo puso con otras personas, donde él tenía que adaptarse al ritmo de los demás y encontrar los sonidos adecuados. Esto fue jodidamente difícil, pero adivinen qué: ¡pudo lograrlo y sorprendió al productor!
Al tener todo esto listo, solo faltaba la inscripción, la cual, difícilmente, consiguió Alex, arriesgando todo por este chico.
Al llegar al concurso, se explicó que solo habría tres ganadores, de los cuales tendrían la oportunidad de ser una de las nuevas promesas de la música y también de ingresar a esta grandiosa industria.
En el evento había cientos y cientos de personas con grandes talentos dispuestos a darlo todo por ganar, mientras que Claudio se preparaba en su camerino. Alex se encargaba de hablar con todas las personas y promocionar a su muchacho por todos lados para asegurar posibles colaboradores en un futuro; todo un manager.
Cuando llegó el momento de la actuación de Claudio, tenía los nervios al máximo. La primera canción fue un éxito rotundo, y la audiencia aplaudía entusiasmada. Pero entonces, en medio de su actuación, algo inesperado sucedió. La batería, su instrumento favorito, comenzó a fallar. Con rapidez, Claudio improvisó, adaptando su actuación y convirtiendo el problema en una oportunidad para demostrar su talento.
Al terminar, el aplauso fue ensordecedor. Alex, desde la parte trasera del escenario, no podía contener su emoción. Sabía que había presenciado algo especial. Después de la actuación, el productor que lo había descubierto se acercó a ellos con una sonrisa. Estaba tan impresionado que decidió ofrecerle a Claudio un contrato inmediato y la oportunidad de grabar su primera música.
Al finalizar el evento, Claudio quedo entre los 3 primeros, siendo este el inicio de un futuro prometedor tanto para Alex como para Claudio.
FIN
