En el reino de la amistad,
donde el afecto no conoce final,
vive un amor puro sin condición,
el hombre con su perro,
una dulce canción.
Con miradas que hablan sin decir,
y colas que danzan al sentir,
cada día es una consagración,
forjando la más fuerte unión.
Encuentro en mi fiel mascota,
el oído atento y un amigo verdadero.
En cada juego y en cada rincón,
se teje una historia de mutua devoción.
Con lealtad sin medida,
nos llena la vida de alegría.
En su presencia el tiempo se detiene,
y cada momento compartido,
el alma llena mantiene.
Así es el amor entre los dos,
un vínculo eterno y vital.
Más que una mascota,
es parte de la familia,
y en cada latido del corazón,
su amor brilla sin restricción.
No hay secreto en esta unión,
solo entrega sin retribución.
Lazos que superan el tiempo,
en una eterna melodía.
Así se besan cada día,
entre juegos y caricias,
en cada latir compartido,
en cada momento vivido,
el amor entre ambos,
será siempre una dulce bendición.
Foto tomada de: Pexels. Autor: thevibrantmachine
Separador de texto. Libre uso por @eve66
Texto por Andrés Brunet
@abrunet
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