Orgullo

Evidentemente, los tiempos han cambiado y eso es bueno porque significa que crecemos, avanzamos y en definitiva vivimos. Particularmente me ha tocado nacer y pertenecer a una tierra llena de costumbres y tradiciones, donde la familia es muy valiosa, los valores y así crecí con unos propósitos claros para mi vida, entre muchos estaba la educación como una prioridad.

Si en muchas familias venezolanas eso se inculca, se enseña en casa y también se nos envía a la escuela desde muy pequeños; resaltando cada tanto que hay que estudiar y ser alguien en la vida. Las mamás se han llenado de mucho orgullo cada vez que veían a sus hijos superar otra etapa y recibir un diploma; siempre con una meta grande en mente y era verlos llegar a la Universidad, si el logro mayor.

De manera que con firmeza estudie y si hasta la Universidad, viendo con mucha dicha y orgullo a mis padres por mí cuando obtuve mi título; estoy satisfecha porque me gusto lo que estudie y como viví una de las épocas más divertida, importante y llena de tanto aprendizaje que en definitiva es difícil de olvidar, pues me gusto y puedo decir que mi experiencia fue grandiosa.

Han pasado 19 años de aquel 5 de abril del año 2005 que me gradué en Mi Casa Mas Alta, la Universidad de Oriente, Núcleo de Anzoátegui. Así me identifico porque desde entonces soy udista por siempre, orgullosa de mi universidad por cada uno de sus pasillos, salones y vivencias que llevo conmigo siempre.

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