LINK
When we spend quality time in God's presence, we find genuine peace and comfort.
Lord, my heart is not haughty, nor mine eyes lifted up;
Nor have I walked in great things,
Nor in things too high for me.
Psalm 131:1
It is important that we examine our hearts in prayer, in these moments we discover those values that the Lord has prepared for us in these moments that urge us to set aside a moment of time of intimacy and prayer with him.
How do we do it? Let's look at some ways to start that moment of prayer to be in the presence of the Lord. First of all, regardless of the instances, we believe it is time to isolate ourselves for a while to dedicate ourselves to focusing on God, just as the Lord who was frequently surrounded by people understood this need to be isolated to pray to his father, he would withdraw from people and even separate himself from his disciples to speak alone with God, this is an example that he has left us to put into practice.
Whatever the circumstance, the Lord watches over us and protects us, his Holy Spirit is always guiding us and we can rest in him to focus on a quality relationship and thus strengthen ourselves both spiritually and physically.
Be still, and know that I am God;
I will be exalted among the nations; I will be exalted in the earth.
Psalms 46:10
The Lord himself, through his word, invites us to be still, but this does not mean inactivity, this means that we stop to get to know who God is. Let us have that inner peace, let us pause and become aware of the presence of God and the Holy Spirit that acts in our lives through the reading of the word of God. David makes the comparison with that child who has finished breastfeeding and is happy and resting to be in the arms of his mother.
Let us take these recommendations and put them into practice, let us give priority to having quality time, if possible isolated to pray with confidence with our God, little by little we will begin to reap the benefits, we will begin to have rest and the peace that the presence of God gives us, this is a gift that cannot be bought and that is priceless, you and I can enjoy it at all times.
Link
LINK
Cuando pasamos tiempo de calidad en la presencia de Dios, hallamos genuina paz y consuelo.
Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron;
Ni anduve en grandezas,
Ni en cosas demasiado sublimes para mí.
Salmos 131:1
Es importante que examinemos nuestro corazón en oración, en estos momentos descubramos aquellos valores que el señor preparó para nosotros en estos momentos que nos insta a que apartemos un momento de tiempo de intimidad y oración con él.
¿Cómo lo hacemos? Veamos algunas formas de parte de ese momento de oración para estar en la presencia del señor, en primer lugar sin importar las instancias creemos es el momento de aislarnos por un tiempo para dedicarnos netamente a enfocarnos en Dios, así como el señor que frecuentemente estaba rodeado de personas entendía esta necesidad de estar aislado para orarle a su padre, él se retiraba de las personas aún se apartaba de sus discípulos para hablar a solas con Dios, este es un ejemplo que nos ha dejado para que llevemos a la práctica.
Sea cual sea la circunstancia, el señor nos guarda y nos protege, su espíritu Santo siempre está guiándonos y podemos descansar en él para enfocarnos en una relación de calidad y así fortalecernos tanto espiritual como físicamente.
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
Salmos 46:10
El señor mismo a través de su palabra nos invita a estar quietos, pero esto no significa una inactividad, esto significa que nos detengamos para conocer quién es Dios. Tengamos esa paz interior, hagamos una pausa y tomemos conciencia de la presencia de Dios y del espíritu Santo que actúa en nuestras vidas a través de la lectura de la palabra de Dios. David hace la comparación con aquel niño que ha terminado de tomar la teta y está feliz y reposando por estar en los brazos de su madre.
Tomemos estas recomendaciones y pongámoslos a la práctica, démosle la prioridad de tener un tiempo de calidad, en lo posible aislado para orar con confianza con nuestro Dios, poco a poco comenzaremos a cosechar los beneficios, comenzaremos a tener reposo y la paz que nos da la presencia de Dios, esto es un regalo que no se puede comprar y que no tiene precio, tú y yo podemos disfrutarlo en todo momento.
Muchas Gracias por compartir esta lectura, deseo que el Espíritu Santo de Dios traiga revelación de su palabra a nuestras vidas.