El viernes no pude quedarme quieta en casa de mi abuela. Después de tantas visitas a este hermoso pueblo, simplemente no me resisto a salir a explorar. Ella vive un poco alejada del centro de la ciudad, lo que hace que mi recorrido sea aún más especial, porque me permite caminar por el malecón gibareño, uno de mis lugares favoritos.
Este malecón ha resistido el paso del tiempo, enfrentándose a las mareas altas y las olas furiosas de los ciclones, pero sigue ahí, firme y hermoso. Es un lugar donde el aire puro se siente diferente, donde el sonido del mar calma la mente y donde sentarse a mirar el horizonte se convierte en un pequeño escape de la realidad.
En el camino, me encontré con la estatua de Camilo Cienfuegos, un homenaje a uno de los héroes de la Revolución Cubana. Esta escultura ha estado ahí por años, recordando su legado y la conexión especial que tuvo con el pueblo cubano, obra del destacado artista holguinero Argelio Cobiellas. Más adelante, llegué a un pequeño puente donde las olas rompen justo debajo, creando una escena perfecta para los amantes de la fotografía… y sí, aproveché para capturar algunos momentos.
Este paseo solo fue el comienzo de mi tarde en Gibara, pero lo disfruté como si fuera la primera vez. Y lo mejor es que aún me quedaban más lugares por descubrir.
English Version
On Friday I could not sit still at my grandmother's house. After so many visits to this beautiful town, I simply can't resist going out to explore. She lives a bit far from the center of town, which makes my tour even more special, because it allows me to walk along the Gibara boardwalk, one of my favorite places.
This boardwalk has stood the test of time, facing the high tides and the furious waves of cyclones, but it is still there, firm and beautiful. It is a place where the fresh air feels different, where the sound of the sea calms the mind and where sitting and looking at the horizon becomes a small escape from reality.
On the way, I came across the statue of Camilo Cienfuegos, a tribute to one of the heroes of the Cuban Revolution. This sculpture has been there for years, remembering his legacy and the special connection he had with the Cuban people, the work of the outstanding Holguin artist Argelio Cobiellas. Further on, I came to a small bridge where the waves break just below, creating a perfect scene for photography lovers... and yes, I took the opportunity to capture a few moments.
This walk was just the beginning of my afternoon in Gibara, but I enjoyed it as if it was the first time. And the best thing is that I still had more places to discover.
Source
All the photos are taken and edited on Snapseed by me.
Translated with DeepL.com (free version)
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