Fuente Las hallacas de la esperanza. Noviembre 2020
Las hallacas de la esperanza
El año 2020 fuimos sacudido por eventos catastróficos que marcó un antes y un después en nuestra sociedad. En febrero de ese año fue decretada oficialmente la pandemia en Venezuela. La llegada de un desconocido y mortal virus hizo que comenzáramos a creer en cosas más allá de nuestro entendimiento y de nuestras experiencias como sociedad.
Recuerdo que cuando comenzó el covid 19 en china muchos incrédulos se reían y decían eso estaba muy lejos aquí no va a pasar nada. Cualquiera que se pusiera un tapa bocas para andar en la calle recibía las burlas de los demás, y si cargaba un frasco de alcohol o de anti bacteriano era catalogado como paranoico, y hasta de mal educado si luego de saludar a alguien se aplicaba estos productos.
Luego de nueves meses de encierro, de angustias, de comenzar a conocer los embates y consecuencias del famoso virus y en una forma como de rebelarnos contra todo las cosas que acontecieran en ese primer año de pandemia decidimos reunirnos en familia, en la casa de mis padres para hacer unas hallacas de la esperanza.
En esa ocasión mí querida madre y mi adorada esposa le correspondió el picado de aliño, como todos los años se presenta la gran discusión filosófica si los aliños del guiso deben ser picados o deben ser licuados. En esa ocasión la comodidad fue la ganadora y mi mamá accedió a licuar los aliños previamente picados. Una medida salomónica. jajaja
Han transcurrido 4 años de ese encuentro, y aunque esas navidades recuperamos un poco la alegría y la esperanza, el año 2021 vendría con una desagradable sorpresa la llegada del covid 19 a la familia y aunque lo superamos ese difícil paso es un cuento para otro día de tbt.
The hallacas of hope
The year 2020 was shaken by catastrophic events that marked a before and after in our society. In February of that year a pandemic was officially declared in Venezuela. The arrival of an unknown and deadly virus made us begin to believe in things beyond our understanding and our experiences as a society.
I remember when covid 19 started in China, many incredulous people laughed and said that was far away, nothing is going to happen here. Anyone who wore a mouthpiece to walk in the street was mocked by others, and if he carried a bottle of alcohol or anti-bacterial was labeled as paranoid, and even rude if after greeting someone he applied these products.
After nine months of confinement, of anguish, of beginning to know the onslaught and consequences of the famous virus and in a way of rebelling against everything that happened in that first year of pandemic we decided to meet as a family, in my parents' house to make some hallacas of hope.
On that occasion, my dear mother and my beloved wife was in charge of chopping the seasoning, as every year there is a great philosophical discussion as to whether the seasonings for the stew should be chopped or should be liquefied. On this occasion, convenience was the winner and my mom agreed to blend the previously chopped seasonings. A Solomonic measure. hahaha
It has been 4 years since that meeting, and although that Christmas we recovered a little joy and hope, the year 2021 would come with an unpleasant surprise the arrival of covid 19 to the family and although we overcame that difficult step is a story for another day of tbt.