The above goes beyond the duties and obligations that maternal figures have, if not because she was my Spanish and Literature teacher and had a double educational influence on my shoulders.
When I look back and review the history of my life, I reaffirm that my mother has been the builder of my life, who shaped my character and cemented my personality, who achieved in me that human being who tries to be better every day and who fought against everything and against everyone when I found myself in several situations that were difficult to solve.
But, I must separate, if possible, the mother from the teacher, because, when you are a teacher, you never stop being one, neither at home nor at school. Despite this and to comply with the initiative proposed by @ericvancewalton, I will tell you why my mother was my best teacher.
Among the elements that support this statement is its constant invitation to permanent improvement. Through her I learned to read books and discover in them the wonderful world that is hidden behind their pages. My mother never stopped giving me her love, but she was the person from whom I demanded the most discipline at school and from whom I asked the most sacrifice. Through my mother I learned the sense of responsibility and she taught me that punctuality is a quality of responsible people, something that I have seen as a maxim in all her siblings.
When people ask me why I have this permanent vocation to do good, I always say that I owe it to my mother. In her classes, she taught us the value of solidarity and sharing things among all the students in the classroom because, according to her, we were brothers and she said that we spent more time together than with our families.
I remember his Spanish-Literature classes and how his compositions or tasks invited us to sacrifice, to the importance of discipline and study, to the need to earn things by fighting and to demonstrate through concrete examples how necessary and essential family is and the value of friendship.
I must say that my best friends date back to that time when my mother taught us in high school.
The influence that my mother had on my education was so great that I became a teacher to try to follow in her footsteps, to try to give others the teachings and values that she transmitted to me and, to comply with the maxim of our national hero José Martí, when he said: “Upon coming to earth, every man has the right to be educated and then, in return, to contribute to the education of others.”
Important: I have used the translator DeepL Translate.
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Black and white photos are by the author.
ESPAÑOL
Pudiera parecer algo que se ha dicho muchas veces, pero, en este caso, cobra mayor importancia porque puedo decir a viva voz que mi mejor maestra ha sido mi mamá.
Lo anterior va más allá de los deberes y obligaciones que tienen las figuras maternas, si no porque ella fue mi profesora de Español y Literatura y tenía una doble influencia educativa sobre mis espaldas.
Cuando miro hacia atrás y reviso la historia de mi vida reafirmo que mi madre ha sido la constructora de mi vida, quien moldeó mi carácter y cimentó mi personalidad, quien logró en mí ese ser humano que intenta ser mejor todos los días y quien luchó contra todo y contra todos cuando me vi en varias situaciones difíciles de solucionar.
Pero, debo separar, si es que se puede, a la madre de la maestra, porque, cuando se es maestro, nunca se deja de serlo, ni en la casa ni en la escuela. A pesar de ello y para cumplir con la iniciativa propuesta por @ericvancewalton les diré por qué mi mamá fue mi mejor maestra.
Entre los elementos que sustentan esta afirmación está su constante invitación a la superación permanente. Por ella aprendí a leer libros y descubrir en ellos el maravilloso mundo que se esconde tras sus páginas. Mi madre nunca dejó de darme su amor, pero, era la persona a la que más disciplina le exigía en la escuela y a la que más sacrificio le pedía. Por mi madre aprendí el sentido de la responsabilidad y me enseñó que la puntualidad es una cualidad de las personas responsables, algo que he visto como una máxima en todos sus hermanos.
Cuando me preguntan a qué se debe esa vocación permanente que tengo de hacer el bien, siempre digo que se lo debo a mi mamá. En sus clases, ella nos enseñó el valor de la solidaridad y a compartir las cosas entre todos los estudiantes del aula porque, según ella, éramos hermanos y decía que estábamos más tiempo juntos que con nuestros familiares.
Recuerdo sus clases de Español-Literatura y cómo sus composiciones o tareas nos convidaba al sacrificio, a la importancia de la disciplina y el estudio, a la necesidad de ganarnos las cosas peleando y a demostrar mediante ejemplos concretos lo necesaria e imprescindible que es la familia y el valor de la amistad.
Debo decir que mis mejores amigos datan de esa fecha en la que mi mamá nos impartió docencia en la secundaria.
Fue tanta la influencia que mi madre ejerció en mi formación que me hice maestro para intentar seguir sus pasos, para tratar de darle a otros las enseñanzas y los valores que ella me transmitió y, para cumplir con la máxima de nuestro héroe nacional José Martí, cuando dijo: “Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque y, después en pago, contribuir con la educación de los demás.”
Importante: He utilizado el traductor DeepL Translate.
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