La espero a cada momento en mi tiempo.
Sé que su realidad está sin un destino que, aunque esté por descubrir,
logrará su tesón en el corazón tenerlo.
Es bondad donde todo es bondad.
Es amor donde vive el sufrimiento.
Es la razón de las sinrazones.
Su ser no tiene copia,
porque no puede tener copia
lo que solo una vez crea el universo.
Así es como vive mi condesa.
La espero a cada momento en mi tiempo.
Y es aquí, en esta pausa negra,
donde el café mueve los sentimientos.
Desde uno de mis rincones le digo que la quiero,
que sea feliz en la vida,
aunque su horizonte del mío quede lejos.
Si es que la veo algún otro día,
si es que mis ojos vuelven a verla,
solo le diré qué suerte he tenido y tengo,
que haya podido ser en su vida un poco en la mía,
porque para el resto de mis días,
estará siempre conmigo en el pensamiento.
La espero a cada momento en mi tiempo
y vivo cada segundo de mi vida
porque sus manos se pierdan junto a las mías.
Que sea feliz en su destino
y que el mío quede anclado en ese momento y en mi corazón para toda la vida.
Poema propio.
Fuente de la imagen... IA