Karen parecía imparable, para no existían los fines de semana, ya que todos los días eran iguales. Iba de fiesta en fiesta disfrutando como decía ella, la vida. Sus días en la universidad entre terminaban siendo más, su días en un bar.
La diferencia entre Karen y las otras chicas, era que ella conocía sus límites. Nunca bebía demasiado, no consumía drogas y también se iba con cualquiera, incluso, ella por lo general no tenía novio, ni ligaba con los chicos que frecuentaba en estos lugares. Pero eso no quería decir, que algunos de ellos, no deseara estar con ella, al punto de llevar su obsesión a un nivel desquiciado.
Pasaron algunos años, la universidad terminó, tocó madurar y Karen formó una familia. Su esposo era hombre amable que a pesar de ser celoso, nunca le negó nada. Vivian un tanto retirado de la ciudad, en una cabaña pequeña, junto a su hija Katherine, quien asombrosamente era muy parecida a su mamá.
Una noche el esposo de Karen salió, ella terminaba de darle la cena a su hija cuando escuchó un ruido afuera, salió a mirar creyendo que era su esposo que había olvidado algo. Se oyó un grito y luego mucho silencio. Katherine no supo que sucedió, ella solo se quedó sentada terminando su comida como mami le había dicho, y al terminar no se movió de su silla, si no que se quedó allí hasta que papi fuera por ella.
El esposo de Karen regresó y vió una escena que jamás pensó encontrar, esas que solo se ven en las películas y series criminales. Su esposa estaba atada de los pies y colgando en un árbol, con una herida en el cuello y su rostro desfigurado. Mientras no entendía nada, mientras el dolor invadía su cuerpo. El temor, la angustia y desesperación se apoderaban de él, pero pensó en Katherine y fue corriendo a buscarla, para evitar que viera así el cuerpo de su madre.
La policía no encontró nada, nada que hiciera ver qué alguien llegó a la casa. No había señales de quién pudo haber cometido aquel horrible asesinato. Katherine era al parecer el único testigo y con tan solo 5 años dijo ante el juez: "papi y mami estaban discutiendo, papi se salió y mami fue tras él, luego mami gritó y yo no me moví esperando a papi". Todos se quedaron sorprendidos, pero esa era la versión de la pequeña niña. Lo peor del caso es que el esposo de Karen no tenía una cuartada que lo hiciera menos sospechoso de lo que ya se veía.
El juez le quitó la custodia de Katherine y se la dió a los padres de Karen. Fue sentenciado a 20 años de prisión, por ser el único sospechoso y aparentemente asesino de su esposa. Culpable o no, tendría que pagar un precio. Pasaron los años y Katherine cada día era más parecida a su mamá, era tan to el parecido, no solo físicamente, si no también su forma de reír y hablar, que parecía como si la misma Karen hubiera renacido en ella.
Una noche de abril, mientras los abuelos preparaban todo para la cena. El esposo de Karen quien horas antes había sido liberado, llegó a donde vivían. Se quedó como en shock parado frente a la vivienda y fue entonces que se repitió la historia. El padre de Katherine la vió llegando a la casa y al instante apareció de entre las sombras un hombre en el lugar. Se escuchó un grito y luego un completo silencio. Nada pudo salvar a Katherine de la obsesión que aquel hombre tuvo con su madre y ahora con ella por ser tan parecida.
Los abuelos no vieron nada y el único testigo, era quien hace poco acaba de pagar una condena por un crimen que nunca cometió.
English Version
Karen seemed unstoppable, for there were no weekends, since every day was the same. She went from party to party enjoying, as she said, life. Her days at the university ended up being more like her days in a bar.
The difference between Karen and the other girls was that she knew her limits. She never drank too much, she didn't do drugs and she didn't go out with anyone, and she usually didn't even have a boyfriend, nor did she pick up the guys she went to these places with. But that didn't mean that some of them didn't want to be with her, to the point of taking their obsession to an unhinged level.
A few years went by, college ended, it was time to grow up and Karen started a family. Her husband was a kind man who, despite being jealous, never denied her anything. They lived a little out of town, in a small cabin, with their daughter Katherine, who amazingly was very much like her mother.
One night Karen's husband went out, she was just finishing giving her daughter dinner when she heard a noise outside, she went outside to look thinking it was her husband who had forgotten something. There was a scream and then a lot of silence. Katherine didn't know what happened, she just sat there finishing her meal as mommy had told her, and when she finished she didn't move from her chair, she just sat there until daddy came to get her.
Karen's husband came back and saw a scene he never thought he would find, the kind you only see in movies and crime series. His wife was tied by her feet and hanging in a tree, with a wound in her neck and her face disfigured. While he did not understand anything, while the pain invaded his body. Fear, anguish and despair seized him, but he thought of Katherine and ran to look for her, to prevent her from seeing her mother's body.
The police found nothing, nothing to show that someone had come to the house. There was no sign of who might have committed the horrible murder. Katherine was apparently the only witness and at only 5 years old she told the judge: "daddy and mommy were arguing, daddy left and mommy went after him, then mommy screamed and I didn't move waiting for daddy". Everyone was shocked, but that was the little girl's version. The worst part of the case is that Karen's husband had no alibi that would make him any less suspicious than he already looked.
The judge removed him from Katherine's custody and gave it to Karen's parents. He was sentenced to 20 years in prison, for being the sole suspect and apparent murderer of his wife. Guilty or not, he would have to pay a price. The years went by and Katherine became more and more like her mother, so much so, not only physically, but also in the way she laughed and spoke, that it seemed as if Karen herself had been reborn in her.
One night in April, while the grandparents were preparing everything for dinner. Karen's husband, who hours earlier had been released from prison, arrived at their home. He stood in shock in front of the house and it was then that history repeated itself. Katherine's father saw her arriving at the house and instantly a man appeared out of the shadows. There was a scream and then complete silence. Nothing could save Katherine from the man's obsession with her mother and now with her for being so much alike.
The grandparents saw nothing and the only witness was the man who had just recently served time for a crime he never committed.
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