A modo de prefacio:

Esta disertación nace con un doble propósito, por un lado, participar en la iniciativa de Un tema para cada día y por otro lado es que me considero una persona que simpatiza con la filosofía feminista y el pensar sobre el habitar de la mujer en la filosofía es algo que me parece interesante. Así que sin más preámbulo, acompáñame a disertar un poco sobre la mujer en la filosofía.

¡He descubierto a la mujer en la filosofía!

He comenzado este texto con la idea de esclarecer un poco el panorama de la mujer en la filosofía y me he entusiasmado a escribir un titulo que pudiese atrapar un poco de tu atención.

Siempre se ha pensado que la filosofía, es tradicionalmente un dominio masculino y netamente occidental, pero, tal idea no es del todo cierta. Aunque durante siglos, las contribuciones filosóficas de mujeres han sido sistemáticamente marginadas, ocultas o atribuidas a hombres, incluso ha habido mujeres que han producido obras con seudónimos. Sin embargo, ha habido un creciente interés por estas voces olvidadas, ya que sin lugar a dudas nos revela una historia más rica y diversa de la filosofía.

Así que nunca es tarde para el redescubrimiento de textos escritos por mujeres a lo largo de la historia, ya que demuestran que la filosofía no ha sido nunca, un terreno exclusivamentemasculino. Las mujeres, a pesar de las barreras impuestas por la cultura, han producido obras filosóficas de gran valor. Asimismo, la exploración de tradiciones filosóficas no occidentales amplía significativamente nuestro entendimiento de la condición humana y las grandes preguntas.

Pienso que al excluir a tantas voces por lo menos en sentido académico, la filosofía ha limitado su potencial y ha dejado de lado perspectivas valiosas. Hoy en día, tanto en el ámbito académico como en la opinión pública, se reclama una filosofía más inclusiva que reconozca y valore la diversidad de pensamiento.

Por mencionar una filosofía contemporánea, específicamente la alemana de los siglos XVIII y XIX, una época dorada marcada por figuras como Kant, Hegel y Nietzsche, presentaba un panorama desolador en cuanto a la presencia de mujeres filósofas. La afirmación de que no existían mujeres escribiendo filosofía en ese contexto era común. Este vacío contrastaba con la participación de mujeres en debates filosóficos más recientes, representadas por figuras como Hannah Arendt, María Zambrano o Simone de Beauvoir, quienes se convirtieron en referentes obligados en la formación filosófica.

La filosofía no siempre fue un terreno exclusivo de los hombres. Historiadores han revelado que esta percepción se consolidó en Europa durante el siglo XIX. De hecho, hasta finales del siglo XVIII, las mujeres filósofas eran reconocidas y sus trabajos valorados, con un registro enorme de pensadoras. Sin embargo, a partir del siglo XIX, sus contribuciones fueron sistemáticamente silenciadas y olvidadas. ¿Acaso fue algo planeado? No quiero ponerme conspiranoico, pero, es algo que llama la atención

Este panorama comenzó a cambiar cuando se cuestionó la narrativa tradicional de una filosofía dominada por hombres. También se han rescatado los trabajos de mujeres feministas y proto-feministas de distintos períodos históricos, desde la modernidad temprana hasta principios del siglo XX.

A lo largo de la historia, sin lugar a dudas muchas mujeres han sido colaboradoras clave en el desarrollo de ideas filosóficas, aunque sus contribuciones a menudo han sido eclipsadas. Por ejemplo: Figuras como Caroline Schlegel-Schelling y Dorothea Veit-Schlegel trabajaron estrechamente con destacados filósofos de su época, influyendo en sus publicaciones y pensamientos. Incluso, Maria von Herbert se atrevió a cuestionar las bases de la ética kantiana en una correspondencia personal, generando reflexiones profundas en el propio Kant.

Otras mujeres, como Rahel Varnhagen, demostraron un agudo intelecto y una profunda reflexión sobre temas existenciales como la identidad, la amistad y la naturaleza del lenguaje. Sin embargo, a pesar de su evidente capacidad filosófica, sus ideas han sido a menudo relegadas a un segundo plano, mientras que se ha privilegiado el análisis de sus vidas personales y sus relaciones sociales.

Estamos en una etapa temprana e inicial en la reconstrucción del legado filosófico de numerosas escritoras, un proceso que evidencia una significativa pérdida de conocimiento. La escasa presencia de estas pensadoras en la historia de la filosofía, junto con la ausencia de estudios previos sobre sus obras, obstaculizan la comprensión y transmisión de la importancia de sus ideas en el ámbito académico.

Aunque me parece que es profundamente alentador ver cómo un creciente número de académicos se esfuerzan por recuperar las voces de pensadoras que han sido silenciadas durante siglos. Hay sin duda muchas mujeres que ofrecen perspectivas desafiantes que enriquecen nuestra comprensión de la filosofía y el saber en general. En este sentido., personalmente me he dado la tarea de difundir el pensamiento de María Zambrano, y espero continuar con algunas de mis investigaciones sobre esta pensadora, con el propósito de explorar en detalle las ideas de ella y edificar un proyecto que busca visibilizar su trabajo filosófico.

Te pregunto estimado lector ¿Conoces una filosofa mujer? o ¿has oído hablar de una en especial?

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