En primer lugar, quiero decir que este artículo no fue planeado, por lo tanto, no hay fotos para respaldar la historia. Además, estoy escribiendo esto en la mitad de la noche y necesitaba derramar mi corazón para aliviarme de algunas cargas que me pesa.
El título de este artículo es el título de una vieja canción del evangelio que solíamos cantar en los años 90 y, mientras escribo esto, mi vida es un reflejo vivo de esa canción; Soy derribado, pero no destruido.
Estoy tratando de ser fuerte mientras escribo esto, el incidente que me sucedió hoy es tan abrumador y desgarrador. Sin embargo, debo ser fuerte, aunque derribado, no estoy destruido. Trato de no llorar. Pero tengo que superarlo. Este es mi desafío y mi vida. Fue muy difícil aceptar que tendría mucho con lo que lidiar en los próximos días. El dolor está ahí, pero todavía tengo que ser fuerte.
Cuando llegué a casa esta noche, lo primero que hice fue ir directamente a mi habitación, arrodillarse en oración y poner mis desafíos actuales en manos del Dios que me conoce. A pesar de que las circunstancias que encontré me arrojé durante el día, todavía tengo que agradecer a Dios y tan pronto como me arrodillé estas palabras; "Solo fuiste derribado pero no destruido" Estas palabras de fe me ayudan a lidiar con la situación actual.
Comencé el día con una buena nota con mi esposa cuando nos fuimos muy temprano para un viaje de negocios. Todo estaba planeado, incluso el auto, pero nuestro viaje fue algo que desearía que nunca hiciéramos. Mi auto tiene un problema técnico en el camino. El motor se estaba calentando tanto que el motor del automóvil tenía que detenerse. Hice todo lo posible para averiguar por qué el motor se estaba sobrecalentando, pero no pude encontrarlo. Decidí poner agua fresca en el tanque de agua, tal vez eso ayudaría a enfriar el motor. Sí, el motor se enfrió, comenzamos el motor y continuamos nuestro camino. Después de otros 30 minutos, nos detendríamos nuevamente porque el motor estaba sobrecalentando nuevamente y dejó de funcionar.
Mi corazón latía con fuerza cuando salía del auto y estábamos en el medio de la nada sin un taller mecánico a la vista. Cerré los ojos y susurré una breve oración para que Dios nos enviara un ayudante. Tan pronto como abrí los ojos, un automóvil se detuvo del otro lado de la carretera y se detuvo frente a nuestro automóvil. Fue un milagro enviado por Dios. Estaba agradecido de que saliera bien y rápidamente. El tipo en el auto era un mecánico de automóviles que me ayudó a encontrar el problema con el auto y solucionarlo.
Se descubrió que uno de los ventiladores de enfriamiento estaba previamente inactivo, lo que provocaba que el motor se sobrecaliente. Estaba agradecido con este buen samaritano que vino a ayudarnos a resolver un problema que podría haber llevado al desastre.
Reiniciamos el motor del automóvil y continuamos nuestro viaje y una hora después llegamos a nuestro destino. Algo de alivio, pero llegamos un poco tarde al trabajo por el que vinimos. Aún así, rápidamente estábamos buscando personas con las que hacer negocios para obtener lo que vamos por el suelo. Pero cuando intenté abrir la puerta trasera de mi automóvil para sacar la mercancía que estábamos vendiendo, una puerta se negó a abrir y fue cerrado de golpe. Todos los intentos de forzar abrir la puerta fallaron. Saqué los productos de una de las puertas en el lado abierto y comenzó el acuerdo comercial.
Aún así, estaba preocupado e incómodo debido a la puerta del auto golpeado. Alguien me pidió que llevara el auto a un especialista cercano para arreglarlo. Estuve de acuerdo y tomé el auto allí. Qué experiencia tengo que pasar por la puerta. A pesar de todos los esfuerzos del experto, no se abriría. El niño desabrochó la puerta que se cerró dentro del auto y justo allí, la puerta se estrelló y la única forma de abrirla era forzarla. El técnico usó algunas de sus herramientas para forzarlo, pero no sin romper ciertas partes de la cerradura.
La puerta finalmente se abrió, pero había más problemas. No podré cerrar la puerta nuevamente a menos que compre un nuevo juego de cerraduras. Como si eso no fuera suficiente, se descubrió que el cilindro del parabrisas estaba roto. Cómo sucedió, no puedo decir, no pude responsabilizar al técnico de ello, después de todo, fui quien le trajo mi auto para que forzara la puerta. Intentar resolver un problema me dio dos problemas más difíciles de tratar.
El técnico ensambló las escamas de la puerta e intentó poner el parabrisas en su lugar para que no se rompería ahora después del daño al asiento y al rodillo. Lo estableció lo mejor que pudo y le pagué, aunque estaba preocupado por la cerradura de la puerta y el vidrio del parabrisas.
Mi esposa vino a verme en la tienda de tecnología después de terminar el acuerdo comercial del día. Comenzamos de regreso a casa. Solo habíamos estado conduciendo durante unos quince minutos cuando escuché un fuerte golpe como un disparo detrás del auto. Me sorprendió ver el vaso de la ventana trasera roto. El lado que rompió el rodillo como resultado de la violencia en la puerta que se negó a abrirse se rompió. Este es un gran problema para mí. Me sentí abrumado y durante una hora y treinta minutos en coche de regreso a casa me sentí abrumado por la idea de cuánto tendría que gastar para solucionar todos estos problemas. Y tan pronto como salí del auto, fui a mi habitación para derramar mis problemas ante Dios.
Y en el lugar de mi oración, estas palabras gobernaron mi corazón;
"Estoy intercambiando mis penas, estoy intercambiando mis miedos, los estoy poniendo por la alegría del Señor".
"Estoy derribado, pero no aplastado, perseguido, pero no abandonado; derribado, pero no destruido. Soy bendecido más allá del curso, porque su misericordia durará, y su alegría será mi fuerza".
English Version
First of all, I want to state that this article was not planned, hence there are no photos to back up the story. Moreover, I am writing this at the middle of the night and needed to pour out my heart to relief myself of some burdens that weighs me down.
The title of this article is the title of an old gospel song we used to sing in the 90's and as I write this my life is a living reflection of that song; I am cast down, but not destroyed.
I am trying to be strong as I write this, the incident that happened to me today is so overwhelming and heart breaking. Yet I must be strong, though cast down, I am not destroyed. I try not to cry. But I have to get over it. This is my challenge and my life. It was so hard to accept that I would have a lot to deal with in the next few days. The pain is there, but I still have to be strong.
When I got home tonight, the first thing I did was go straight to my bedroom, kneel down in prayer and put my current challenges in the hands of the God who knows me. Even though I was cast down by the circumstances I encountered during the day, I still have to give thanks to God and as soon as I knelt down these words came to mind; "you were only brought down but not destroyed" these words of faith helps me to deal with the current situation.
I started the day on a good note with my wife as we left very early for a business trip. Everything was planned, even the car, but our trip was something I wished we never did. My car has a technical problem on the way. The engine was getting so hot that the car engine had to stop. I tried my best to find out why the engine was overheating but I couldn't find it. I decided to put fresh water in the water tank, maybe that would help cool the engine. Yes, the engine cooled down, we started the engine and continued on our way. After another 30 minutes we would stop again because the engine was overheating again and stopped working.
My heart was pounding as I got out of the car and we were in the middle of nowhere with no mechanic shop in sight. I closed my eyes and whispered a short prayer that God would send us a helper. As soon as I opened my eyes, a car pulled up from the other side of the road and stopped in front of our car. It was a miracle sent by God. I was thankful that it went well and quickly. The guy in the car was an auto mechanic who helped me find the problem with the car and fix it.
It was found that one of the cooling fans was previously inactive, causing the engine to overheat. I was grateful to this Good Samaritan who came to help us solve a problem that could have led to disaster.
We restarted the car engine and continued our journey and an hour later we reached our destination. Some relief, but we are a bit late for the work we came for. Still, we were quickly looking for people to do business with in order to get whatever we came in for off the ground. But when I tried to open the back door of my car to take out the merchandise we were selling, one door refused to open and was slammed shut. All attempts to force open the door failed. I took out the goods from one of the doors on the open side and the trade deal began.
Still, I was worried and uncomfortable because of the slammed car door. Someone asked me to take the car to a specialist nearby to fix it. I agreed and took the car there. What an experience I have to go through because of the door. Despite all the efforts of the expert, it would not open. The boy undid the door locks inside the car and right there the door slammed and the only way to open it was to force it open. The technician used some of his tools to force open it, but not without breaking certain parts of the lock.
The door finally opened, but there was more trouble. I won't be able to lock the door again unless I buy a new set of locks. As if that wasn't enough, the windshield cylinder was found to be broken. How it happened I can't say, I couldn't hold the technician responsible for it, after all I was the one who brought my car to him to force open the door. Trying to solve one problem gave me two more difficult problems to deal with.
The technician assembled the door scales and tried to set the windshield in place so it wouldn't shatter now after the damage to the seat and roller machine. He set it up as best he could and I paid him, though I was worried about the door lock and the windshield glass.
My wife came to see me in the tech store after finishing the day's trade deal. We started back home. We had only been driving for about fifteen minutes when I heard a loud bang like a gunshot from behind the car. I was shocked to see the glass of the back window broken. The side that broke the roller as a result of the violence on the door that refused to open broke itself. This is a big problem for me. I felt overwhelmed and for the one hour and thirty minute drive back home I was overwhelmed by the thought of how much I would have to spend to fix all these problems. And as soon as I got out of the car, I went to my bedroom to pour out my troubles before God.
And in the place of my prayer these words ruled my heart;
"I am trading my sorrows, I am trading my fears, I am laying them down for the joy of the Lord."
"I am cast down, but not crushed; persecuted, but not abandoned; cast down, but not destroyed. I am blessed beyond course, for his mercy will endure, and his joy gonna be my strength."
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