El perdón es un tema que hemos analizado bastante y nunca nos cansaremos de hablar de él, de recomendarlo o de asumirlo, porque esta palabra de seis letras, tiene gran repercusión en nosotros mismos. Nunca dejaremos de recibir algún tipo de acción, que pueda generarnos alguna reacción desfavorable, y que quizás nos produzca una sensación de resentimiento y de no paz, que nos lleve a necesitar perdonar para poder seguir el camino.
El primer perdón es el que nos damos a nosotros mismos, sí, muchas veces, somos los principales causantes de nuestras molestias.
Yo me perdono, por mis malas decisiones, por mis miedos, caprichos o empecinamientos que me causaron dolor, me perdono por haber causado mal a mi amor propio, por haber tenido malas ideas que alteraron mi ser. Tengo mucho que perdonarme y lo hago convencida de que es un extraordinario acto de liberación para mí y mis emociones.
Aceptar ese perdón es una manera de no ser tan severos con nosotros mismos, perdonar es una especie de limpieza a nuestra alma, más beneficioso incluso a quien lo otorga que a quien lo recibe.
Se suele decir yo perdono pero no olvido y hay quien dice, que si no hay olvido es que no ha habido perdón; yo difiero un poco de esa apreciación, porque siento que si olvido voy a permitir de nuevo que se repita la acción desagradable.
Puedo analizarlo de muchas maneras: en mi vida personal tengo el ejemplo de un loro que quise mucho, lo atendía con esmero y un buen día, cuando fui a darle comida, me dio un picotazo dolorosísimo. Yo me dije: «ya sé que el oro muerde», de allí en adelante tuve la precaución de no volver a exponer mis dedos ante su pico.
Me mudé y un nuevo loro llegó a mi vida, había olvidado la agresión del anterior y este también un día me quitó un trozo de dedo, por confiada. Aunque el ejemplo es muy doméstico puedo transferirlo a otras situaciones de la relación con personas.
Perdoné, olvidé y me volvió a ocurrir: entonces lo mejor es no olvidar, perdonar pero no olvidar, esto significa no echar más leña al fuego, vivir en paz, dejar las cosas como están.
Muchas veces me he cansado de volver a poner la mejilla, esta ya abollada, como una lata, se resiente a nuevas exposiciones, en esos casos lo mejor es poner distancia y olvidar; pero si se va a mantener la amistad o la relación es bueno perdonar, porque no se va a quedar uno recordando todo el tiempo lo que ha ocurrido.
Obviamente, algún cambio queda, no por rencor ni resentimiento, sino por el aprendizaje y el trato digno que nos merecemos, para no poner nuevamente el dedo para que el loro nos muerda de nuevo. Ya sabemos a lo que esa persona puede llegar a hacer y si decidimos perdonar lo mejor es no volver a tocar el tema, pero tampoco exponernos.
He perdonado cantidad de veces, en algunos casos la persona reincidió por lo que mejor fue distanciarnos, en otros, hubo reflexión y cambio, el perdón valió la pena, de verdad es una maravilla, al final no somos perfectos.
Esta es mi reflexión luego de leer el tema desarrollado por @rosahidalgo.
Gracias por tu amable lectura.
Mi contenido es original.
He utilizado el traductor de Google.
Imágenes de Pixabay y Bitmoji.
English Version
Forgiveness is a topic that we have analyzed a lot and we will never tire of talking about it, recommending it or assuming it, because this six-letter word has a great impact on ourselves. We will never stop receiving some type of action that may generate an unfavorable reaction in us, and that may produce a feeling of resentment and lack of peace, which will lead us to need to forgive in order to continue on the path.
The first forgiveness is the one we give to ourselves, yes, many times, we are the main causes of our discomfort.
I forgive myself for my bad decisions, for my fears, whims or stubbornness that caused me pain, I forgive myself for having caused harm to my self-esteem, for having had bad ideas that altered my being. I have a lot to forgive myself and I do so convinced that it is an extraordinary act of liberation for me and my emotions.
Accepting that forgiveness is a way of not being so severe with ourselves, forgiving is a kind of cleansing of our soul, more beneficial even to the one who grants it than to the one who receives it.
It is often said that I forgive but I do not forget and there are those who say that if there is no forgetting it means that there has been no forgiveness; I differ a little from that assessment, because I feel that if I forget I will allow the unpleasant action to be repeated again.
I can analyze it in many ways: in my personal life I have the example of a parrot that I loved very much, I took care of him with care and one day, when I went to give him food, he gave me a very painful peck. I told myself: "I know that gold bites", from then on I was careful not to expose my fingers to its beak again.
I moved and a new parrot came into my life, he had forgotten the aggression of the previous one and one day he also took a piece of my finger out of trust. Although the example is very domestic, I can transfer it to other situations in relationships with people.
I forgave, I forgot and it happened to me again: so the best thing is not to forget, to forgive but not to forget, this means not to add fuel to the fire, to live in peace, to leave things as they are.
Many times I have gotten tired of putting the cheek back on, it is already dented, like a can, it resents new exposures, in those cases it is best to put distance and forget; But if the friendship or relationship is going to be maintained, it is good to forgive, because you will not be left remembering all the time what has happened.
Obviously, some change remains, not because of rancor or resentment, but because of the learning and dignified treatment that we deserve, so as not to put our finger back so that the parrot bites us again. We already know what that person can do and if we decide to forgive, it is best not to bring up the subject again, but also not expose ourselves.
I have forgiven many times, in some cases the person relapsed so it was better to distance ourselves, in others, there was reflection and change, forgiveness was worth it, it is truly a wonder, in the end we are not perfect.
This is my reflection after reading the topic developed by @rosahidalgo.
Thank you for your kind reading.
My content is original.
I have used Google translator.
Images from Pixabay and Bitmoji.