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Mamá los domingos...
Mamá los domingos nos llevaba al cine
en donde pasaban solo una función
y con alegría Carlitos Cancine
nos acompañaba con mucha emoción.
Nos intercambiábamos buenos suplementos
de Santo, El Valiente, Tarzán o Hermelinda
a la que, por cierto, la llamaban linda
sin explicación hasta los momentos.
Helados de fresa o de mantecado
a la misma entrada dábamos combate
y nunca faltaba rico chocolate
donde se pagaba costo equilibrado.
Con sus empanadas no fallaba Rosa
que si de perico o carne mechada
porque ella tenía magia deliciosa
para alguna arepa o alguna empanada.
Al entrar al cine de don Casalino
había que portarse de forma ordenada
pues al que se alzaba con preciso tino
se consideraba persona expulsada.
Allí no faltaba siempre a la salida
alguna pelea para arreglar cuentas,
y la policía llegaba enseguida
y solucionaba cualesquiera afrentas.
Tenían las películas tinte mexicanoo
y al llegar a casa todas las historias
contábamos siempre entre las euforias
a alguna visita o a José mi hermano.
Mamá los domingos siempre se esmeraba
en brindarnos dicha en aquel pueblito
donde muy feliz la gente se hallaba
y el trato entre todos era algo bonito.
Todos esos niños nos marchamos lejos
y mamá Cecilia se fue con su voz
por bellos caminos del bendito Dios
y aquellos muchachos somos unos viejos.
kingi