A short story on Valentine's Day: Delicious food with the love of my life / Una historia corta en San Valentín: Comida deliciosa junto al amor de mi vida [ENG/ESP]

14 de febrero de 2024, aproximadamente alrededor de las 9 noche, acompañada de las 3 mejores personas que haya conocido en toda mi existencia: mi hija, y mi pareja (quien tomó las fotografías, y no le gusta salir en ellas) juntos en un pequeño pero muy fotogénico restaurant, en una terraza al aire libre y en una zona rodeada de montañas; una cita de ensueño, para ser honesta... Y si algo amo, son los detalles. Esta historia va de ello; es decir, de las sensaciones que se experimentan la momento de ser valorada y tomada en cuenta. Para mí, éso es amar.

Decidimos (mi novio y yo) pasarla en familia, porque consideramos que ya que es un día para celebrar el amor, debía incluirse todos los tipos de amor. Él ha sido un magnífico amigo para mi hija, y la mejor compañía que una mujer pudiera pedir. Detesto caer en lugares comunes al momento de escribir pero creo que a veces, la simpleza de algunas palabras (por más rebuscadas que estén) funcionan al momento de explicar algunos sentimientos; como la admiración, el agradecimiento y el amor romántico.

Amo ser parte de esto que hemos construido él y yo. Es una persona maravillosa, y que siempre está a la par de los desafíos que la vida puede ponerle en el camino. No obstante, ayer (mientras escribo esto, es aún jueves) fue una noche realmente espléndida. Comimos hamburguesas, de pollo crispy y de beef. Las papas fritas estaban realmente deliciosas; crujientes y sin demasiada grasa. La atención fue totalmente espectacular, y aunque la temperatura del clima no ayudara demasiado (hacía mucho calor en el ambiente) todo lo demás fue realmente precioso.

Además, como mujer y madre, les confesaré que es realmente hermoso ver a tu hija genuinamente feliz. Y no, no creo que haya sido porque sabía que comería una de sus comidas favoritas; sino porque yo siento que ella ama mucho estar en nuestra compañía. Siempre me lo dice, y es muy unida a él. Algo que, hasta a mí me llegó a sorprender. Pero no es destacable porque se trata de ir a comer juntos, los tres, sino porque NO debía ser de ese modo, y fue idea de él que así fuese. Algo que realmente, me conmovió y parece preciosamente auténtico. Por tal motivo, lo reconozco y lo valoro.

Y es que, aunque el día de San Valentín puede llegar a ser un día extremadamente abrumador, no menos cierto es que hacer un pequeño esfuerzo para hallar la felicidad es algo hermoso. Son esas millas extras las que yo valoro, y sobre todo promuevo en posts como éstos. En un mundo cada vez más mezquino y sobre todo, excesivamente individualista, encontrar pequeños seres humanas que estén dispuesto a amarte, valorarte y hacer lo posible porque seas integralmente feliz es algo digno de destacar y de aplaudir.

Yo no vengo a darle lecciones a nadie sobre nada, pero sí que me considero afortunada al momento de echar mi mirada hacia atrás y notar a las fantásticas personas que tengo a mi lado. La felicidad se cuenta, en mi caso, a través de 3 individuos... Ayer salimos a celebrar un día, que por suerte, solemos normalizar mucho (amarnos, cuidarnos, respetarnos, valorarnos) pero es lindo tener estos recuerdos, y también es hermoso compartirlo con ustedes. Gracias por leerme.