Se oye el sonido de los cohetes
el cielo se ilumina con luces artificiales
y la familia se prepara para despedirse.
Se va el año en su alegría y nostalgia.
Se va en el adiós de los afortunados
y se va en el lamento de los desposeídos.
Atrás queda la tumba de la madre del huérfano
y la soledad de los niños pobres adorna las calles.
Hay silencio en los ojos de la viuda
y nostalgia en la anciana sin familia.
Hay quienes se abrazan con alegría
y esperan juntos un nuevo año.
Hay quienes han perdido a seres queridos
y se cubren de lágrimas para despedir el año.
La vida tiene sus altas y bajas
y así es la vida al final de un año.
Las golondrinas vuelan de su nido
y van en busca de uno nuevo.
Vuelan y vuelan por un nuevo año
y una nueva esperanza de felicidad.
Por fin sonarán las últimas campanas
y sonarán para despedir el año.
Abrazos y lágrimas
abrazos y alegría.
Hay confusión en esta despedida.
El llanto tiene su causa
y la risa tiene su razón de ser para decir adiós.
No todos corren la misma suerte
y no todos despiden el año de la misma manera.
Una cosa es reír
y otra cosa es llorar.
Este es el año que se va
y este es el año que vendrá.

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