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Como es muy habitual para mí y aunque muchos digan lo contrario me encuentro tomando una taza de café criollo y 100% delicioso, mientras pienso en un comentario que personalmente escuché el día de ayer, un joven de 15 años que decía que estaba cansado de esta vida de estudio y esfuerzo, que la vida fácil es mucho mejor.
Pues recuerdo que mi abuela siempre decía: que la vida dura hace personas duras y útiles; sin embargo, el joven se quejaba ayer porque sus padres no querían comprarle un nuevo teléfono y esto me dejo en impacto, debido a que la vida no solo es enfocarse en lo material, nosotros también, aunque no lo veamos así, debemos reconocer que en nuestra juventud a veces los padres se quitan de su vida, inmensa cantidad de lujos y necesidades por hacernos a los hijos al menos llevar una vida más ligera.
Con esto quiero decir que debemos valorar los esfuerzos que se hacen con nosotros, y también debemos saber que, así como pensamos que tenemos derechos, también tenemos deberes y debemos cumplirlos, ya que, en una familia, no es uno o dos los que deben llevar la carga sino todos los que la integran.
¿Pero qué pasa en este caso, cuando tal cual como el joven que nombre al principio, olvida este principio fundamenta?, llevado por la inmediatez y por la gratificación efímera, aquí es donde se pierde el verdadero sentido de la vida, donde se pierde la gratificación de superar las cosas en equipo, y también soportar fracasos en estos mismos.
Es cierto y es palpable, que en la vida nos enseñan a perseguir el éxito personal, pero por medio de esto dejamos a un lado la búsqueda de los logros compartidos, lo cual a veces nos hace perdernos de nuestro rumbo y nos hace caer en una soledad disfrazada de éxito individualista; sin embargo, todo éxito proviene de la colaboración y el apoyo mutuo, cuestión que es crucial y hermoso en este proceso que llamamos vida, donde nos daremos cuenta de que a la final todo éxito se vale de la sinergia de esfuerzo y talentos de las personas interesadas, y cuando llega ese momento de celebrar el esfuerzo colectivo, pues he aquí el fortalecimiento de lazos y el aumento del sentido de pertenencia hacia las metas y logros tanto colectivos como los personales.
En este sentido este núcleo al cual llamamos familia, es algo hermoso e importante en la sociedad, ya que, juega un papel crucial, esta nos enseña a compartir, valorar y cooperar en conjunto para lograr las metas, donde el padre o los adultos responsables son las guías que nos enseñan a equilibrar esa delgada línea a la cual llamamos derechos y deberes.
Retomando mi escrito del principio, quiero recordar que el joven del inicio de mi escrito, como muchos de nosotros en algún momento necesita comprender que el camino hacia el éxito personal no está libre de obstáculos, además de ello se amerita sacrificio, aunque el beneficio, la satisfacción momentánea, puede parecer altamente tentativa para nosotros, ella nos da un sabor amargo en nosotros mismos y atenta en nuestra seguridad tanto física como psicológica, a corto, mediano y largo plazo.
Por lo tanto, me gustaría invitar y si tengo la oportunidad de un caso similar al del joven tocar mi puerta trataré de cultivar la importancia de la responsabilidad y solidaridad, recordando que el bienestar de todos depende de cada uno de nosotros y que las decisiones apresuradas o mal tomadas pueden ocasionar sabores amargos para todos y cada uno de nosotros, en lugar de buscar una gratificación instantánea más bien hay que aspirar construir un legado de logros y metas cumplidas y por cumplir que enorgullezcan a todos y hasta a nosotros mismos.
Bueno, mis amigos me despido deseando los mejores éxitos para todos.
english
Hello, my dear readers.
As is very usual for me, and although many may say otherwise, I find myself enjoying a cup of "criollo" coffee, 100% delicious, while reflecting on a comment I personally heard yesterday. A 15-year-old boy was saying he was tired of this life of studying and effort, that the easy life is much better.
I remember my grandmother always used to say: that a hard life makes hard and useful people; however, the young man was complaining yesterday because his parents didn't want to buy him a new phone, and this left me stunned, because life isn't just about focusing on material things. We also, even if we don't see it, must recognize that in our youth, sometimes parents deprive themselves of immense amounts of luxuries and needs to make our lives, as children, at least a little lighter.
With this, I want to say that we must value the efforts made for us, and we must also know that, just as we think we have rights, we also have duties and we must fulfill them, since, in a family, it's not one or two who should bear the burden, but everyone who is part of it.
But what happens in this case, when, just like the young man I mentioned at the beginning, this fundamental principle is forgotten? Driven by immediacy and fleeting gratification, this is where the true meaning of life is lost, where the gratification of overcoming things as a team is lost, and also of enduring failures together.
It is true and palpable that in life we are taught to pursue personal success, but through this, we set aside the pursuit of shared achievements, which sometimes makes us lose our way and leads us to a loneliness disguised as individualistic success; however, all success comes from collaboration and mutual support, which is crucial and beautiful in this process we call life, where we will realize that in the end, all success relies on the synergy of effort and talents of the people involved, and when that moment of celebrating collective effort arrives, here is the strengthening of bonds and the increase of the sense of belonging towards both collective and personal goals and achievements.
In this sense, this nucleus we call family is something beautiful and important in society, as it plays a crucial role. It teaches us to share, value, and cooperate together to achieve goals, where parents or responsible adults are the guides who teach us to balance that fine line we call rights and duties.
Returning to my writing from the beginning, I want to remember that the young man at the beginning of my writing, like many of us at some point, needs to understand that the path to personal success is not free of obstacles, and it also requires sacrifice. Although the benefit, momentary satisfaction, may seem highly tempting to us, it leaves a bitter taste in ourselves and threatens our physical and psychological security in the short, medium, and long term.
Therefore, I would like to invite and, if I have the opportunity to have a case similar to the young man's knock on my door, I will try to cultivate the importance of responsibility and solidarity, remembering that the well-being of everyone depends on each one of us and that hasty or poorly made decisions can cause bitter tastes for each and every one of us. Instead of seeking instant gratification, we should rather aspire to build a legacy of achieved and yet-to-be-achieved goals and objectives that make everyone, and even ourselves, proud.
Well, my friends, I say goodbye, wishing you all the best successes.