7 days ago I lived one of the most beautiful experiences I've had in running, participating in the Gatorade Caracas Rock. This year we ran in the XXIII edition. This is the second largest race in Venezuela and is lived with many emotions from start to finish, including the day before, when we attended to pick up the materials.
As in the previous year, it was held at the "Líder" mall, east of Caracas, but this time they used a smaller space than the XXII version. Because of this, there was a time when it was difficult to walk through the aisles and participate in the activities organized by the sponsors, but we were able to enjoy several hours and had a lot of fun.
The main attraction was right at the entrance, where you had to go through a tunnel decorated with bright lights. After that we took some pictures and went straight to pick up our bib number and materials provided by the race sponsors.
Although I already knew that my number was 249, it was very exciting to receive it, because for the first time I am participating in a race with a number that represents a relatively good pace. In this race they assign the first numbers to runners with previous official records of higher competitive relevance. This means that the next day I had to start next to the fastest 10% (based on previous records).
This turned out to be a good thing because I finished 127th out of 6801 runners, which puts me in the top 2% fastest of the day, although the truth is that this is of little relevance because the vast majority of runners attend just for fun, not to try to improve their paces.
In the bag of materials many of us were given many interesting and some slightly unpleasant gifts, such as a "margarine" and a black soda. My favorite part was the shirt, which was much improved in quality compared to last year's and I will definitely be wearing it a lot in my workouts.
ESPAÑOL
Hace 7 días viví una de las experiencias más bonitas que he tenido en el running, participar en el Gatorade Caracas Rock. Este año corrimos en la edición XXIII. Esta es la segunda carrera más grande de Venezuela y se vive con muchas emociones de principio a fin, incluyendo el día anterior, cuando asistimos a retirar los materiales.
Igual que el año anterior, lo realizaron en el centro comercial Líder, al este de Caracas, pero esta vez usaron un espacio más pequeño que la versión XXII. Debido a eso, hubo un momento en el que era difícil caminar por los pasillos y participar en las actividades que tenían organizadas los patrocinantes, pero a pesar de todo pudimos disfrutar varias horas y nos divertimos mucho.
La atracción principal estaba justo en la entrada, donde tenías que atravesar un túnel adornado con luces brillantes. Después de eso tomamos algunas fotos y fuimos directo a retirar nuestro número dorsal y los materiales que facilitaron los patrocinantes de la carrera.
Aunque ya sabía que mi número era en 249, fue muy emocionante recibirlo, porque por primera vez participo en una carrera con un número que representa un ritmo relativamente bueno. En esta carrera asignan los primeros números a los inscritos con registros oficiales previos de mayor relevancia competitiva. Esto significa que al día siguiente debía salir junto al 10% más rápido (basado en registros anteriores).
Esto resultó ser bueno porque terminé en la posición 127 de 6801 corredores, lo que me deja dentro del 2% más rápidos del día, aunque la verdad es que esto tiene poca relevancia porque la gran payoría de los corredores asisten solo por diversión, no por tratar de mejorar sus tiempos.
En la bolsa de materiales muchos nos entregaron muchos regalos interesantes y algunos un poco desagradables, como un envase de margarina y una lata de refresco negro. Mi parte favorita fue la franela, que mejoró mucho en calidad en comparación con la de el año pasado y definitivamente estaré usándola muy seguido en mis entrenamientos.
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