Paula: creadora de universos

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 Esta la historia de Paula, la creadora de universos.

 Dice un saber ancestral que en los orígenes de los tiempos un suave sollozo cubría todo el espacio vacío. Que cuatro corazones, más allá del anillo de las estrellas fijas, se dolían de su hueco, de su nada.

 Cuatro grandes corazones que entre ellos se preguntaban:

¿Qué nos ocurre? ¿Por qué tanta tristeza en un mundo tan asombroso?

 Los cuatro corazones observaban con atención las grandes maravillas que moraban a su alrededor. Al fabuloso Saturno, hijo de Gea y Urano, que arropado por grandes anillos rige el transcurrir del tiempo. A los profundos canales marcianos en los que habita el ingenio de una raza de grandes constructores. El parto de una nueva estrella. A un padre cantándole una nana a su dulce bebé…

 Sin embargo, durante eones, los cuatro corazones convivieron con el aroma de un desconsuelo interminable. Sólo en contados momentos encontraron cierto alivio a tanto dolor cuando, entre discusiones y alborotos, el enojo silenciaba su enorme pesar.

 Un día, de un corazón nació una lágrima. A ésta siguieron otras, y al llanto del primer corazón le acompañaron sus tres camaradas. Cuentan, que este sollozo empapó a la semilla azul, de la cual, con paso del tiempo, surgió una hermosa niña llamada Paula.

 Paula, con vestido carmesí y pelo azul, llevó sus pequeñas manos a sus grandes ojos frotándolos, como si quisiera verlo todo. Lo primero que observó fue a los cuatro corazones. Los miró, la miraron y, poquito a poquito, se disolvieron el vacío, la indiferencia y el deseo inconfesable de vencer. Bastó una mirada para crear cuatro nuevos corazones, cuatro nuevos universos.

 Dice un saber ancestral que, al igual que hizo Paula con los corazones, con una mirada, también le regalaste vida a esta pequeña narración.