Hola amigos de Actifit! Hoy quiero compartir con ustedes mi actividad en una mañana lluviosa en mi querido pueblo, La Pitahaya .El clima ha sido una sorpresa, con lluvia tras lluvia, algo poco común en esta zona donde generalmente no llueve mucho. Aprovechamos cada gota de agua de lluvia, almacenándola en una pila o aljibe que sirve como recipiente para los días en que no tenemos agua, ya que en esta región enfrentamos bastantes problemas con el suministro de agua.

Trabajé un montón bajo la lluvia, pero gracias a Dios, pudimos recolectar una gran cantidad de agua. Este esfuerzo es crucial para nosotros, ya que nos permite tener una reserva para los días secos. Después de todo ese trabajo, tomé varias fotos de las plantas y sus flores, que estaban especialmente bonitas con las gotas de lluvia adornándolas.

Me encanta cómo la lluvia transforma el paisaje, haciendo que todo se vea más fresco y vibrante. Las flores parecían más coloridas y las hojas más verdes. Es un recordatorio de la belleza de la naturaleza y de cómo debemos aprovechar cada oportunidad para cuidar de nuestro entorno. Espero que disfruten las fotos y que este pequeño relato les inspire a valorar y cuidar el agua, un recurso tan vital y a veces tan escaso. ¡Hasta la próxima, amigos de Actifit!