Mis ojos se ahogan en silencio, sin poder llegar a su propia oscuridad, ellos se mueren por leer, pero realmente ya no hay quien escuche, aquellas palabras que brotan de mí ser.
Todo comenzó una mañana fría de misa dominical, cada domingo asistía con mi familia para hacer la lectura principal de algún versículo bíblico.
La verdad leía sin sentir nada con cada palabra, mi amor por la lectura se había ido aquella mañana nevada, cuando deje de leer para mí pequeña hermana.
Así que solo acompañaba a mi familia para no hacer más grande su sufrimiento de cada día trás haber perdido a mi pequeña hermana, a causa de una enfermedad terminal.
Pero ese domingo algo extraño ocurrió, aquel nuevo vecino hablo en privado con mi padre, al llegar a casa papá, me explicó que el nuevo vecino necesitaba un buen lector, para leer a su hija cada tarde en su casa y por tal acción pagaría un salario semanal.
A mí me pareció al principio una buena oportunidad para reunir dinero y poder comprar una vieja maquina para escribir, así que al siguiente día acudi a cumplir con mí trabajo.
Al principio y al final, solo llegaba en silencio, tomaba el libro que se encontraba en la pequeña mesa y con un poco de aquella luz tenue de la lámpara de mesa, leía cada parrafo con sutileza.
Frente a mí estaba ella, sentada en un lindo sofá estilo vintage, su silueta la recuerdo de memoria, un rostro perfilado, cubierto por una lisa y larga cabellera y al final unas largas y delgadas piernas que se escondian bajo el calor de aquella gruesa manta.
Ella no hablaba, solo escucha la lectura y al final sin más, yo cerraba el libro y nada más, tomaba una taza de té que la señora kennert, colocaba en la pequeña mesa, mientras disfrutaba del aroma a flores silvestres, del perfume que acompañaba a aquella silenciosa chica.
Los días pasaron y el invierno también, cada día después de clases iba a casa de los nuevos vecinos a leer para su hija, ya no se trataba de un trabajo sino de una cita a ciegas que iluminaba todo aquel lugar.
Leer para esta chica había despertado de nuevo mí interés por la lectura, cada párrafo leído avivaba mi deseo de amarla, sobre todo cuando cada mes, llegaba una tarjeta impregnada con su olor y una linda frase de amor.
Un día al comenzar el otoño había llegado como cada tarde, a leer el libro escogido, sin embargo ya no he podido, ella se ha ido dejando en mí, un gran vacío, porque también la había perdido.
Ella se llamaba Anna, también le gustaba la lectura, aunque una tarde gris sus ojos se habían oscurecido, al igual que su alma al no poder leer, por haber quedado trágicamente ciega.
Ella me habia dejado un antiguo libro y una carta junto con éste, dónde me decía: "Amado Ethan amo tú forma apasionada de leer, has devuelto la luz a mi mundo lleno de tanta oscuridad, has llenado mi alma con cada párrafo leído, sin embargo no puedo aceptarte y no voy a sumarte a mi mundo oscuro y vacío.
Mis ojos se ahogan en silencio, solo al recordar aquella silueta bajo la luz tenue de aquella habitación, el olor a flores silvestres, aquella sutil sonrisa que se escondía en aquel perfilado rostro, que se alegraba al escuchar con atención cada palabra citada.
Ella al guardar silencio, sin querer me había sumado a su mundo oscuro y vacío, permitiendo iluminarlo con cada libro y llenarlo con cada párrafo leído, porque ya no se trataba de un trabajo, definitivamente esto se habia convertido en una cita a ciegas de amor.
! [English]
Blind date.. micro-story
My eyes drown in silence, unable to reach their own darkness, they are dying to read, but there is really no one to listen to those words that spring from my being.
It all began one cold Sunday mass morning, every Sunday I attended with my family to do the main reading of some biblical verse.
The truth was that I read without feeling anything with each word, my love for reading was gone that snowy morning, when I stopped reading for my little sister.
So I only accompanied my family so as not to increase their daily suffering after having lost my little sister to a terminal illness.
But that Sunday something strange happened, that new neighbor spoke privately with my father, when he arrived home, Dad explained to me that the new neighbor needed a good reader, to read to his daughter every afternoon in his house and for such an action he would pay a weekly salary.
It seemed to me at first a good opportunity to raise money to buy an old typewriter, so the next day I went to do my work.
At the beginning and at the end, I just arrived in silence, took the book that was on the small table and with a little of that dim light of the table lamp, I read each paragraph with subtlety.
In front of me was she, sitting on a nice vintage style sofa, her silhouette I remember by heart, a face outlined, covered by a smooth and long hair and at the end long and slender legs that were hidden under the warmth of that thick blanket.
She did not speak, she only listened to the reading and at the end I closed the book and nothing else, I took a cup of tea that Mrs. Kennert placed on the small table, while I enjoyed the scent of wild flowers, the perfume that accompanied that silent girl.
The days passed and so did the winter, every day after school she went to the new neighbors' house to read for her daughter, it was no longer a job, but a blind date that illuminated the whole place.
Reading for this girl had reawakened my interest in reading, every paragraph I read rekindled my desire to love her, especially when every month a card arrived, impregnated with her scent and a beautiful phrase of love.
One day at the beginning of autumn I had come as every afternoon, to read the chosen book, however I could not, she has gone leaving in me, a great emptiness, because I had also lost her.
Her name was Anna, she also liked reading, although one gray afternoon her eyes had darkened, just like her soul, because she was tragically blind and could no longer read.
She had left me an old book and a letter with it, where she told me: "Beloved Ethan, I love your passionate way of reading, you have returned the light to my world full of darkness, you have filled my soul with each paragraph read, however I cannot accept you and I will not add you to my dark and empty world.
My eyes drown in silence, just remembering that silhouette under the dim light of that room, the smell of wild flowers, that subtle smile that was hidden in that outlined face, which was happy to listen carefully to every word quoted.
She had unintentionally added me to her dark and empty world, allowing me to illuminate it with each book and fill it with each paragraph read, because it was no longer a job, this had definitely become a blind date of love.
Micro-story of my authorship, romance genre, exclusive for this publication, not authorized for modification or use @cirangela