Quedó el mago sin encanto
en la chistera de la vida,
sin tiempo de fantasía
con varita ilusionista embrujo sus letras
y en un lienzo con su pluma
un poema pintó.
El día se pierde en la noche,
la tristeza en la sonrisa.
Es el sol quien alumbra tu cara
y el arcoíris del deseo
quien tus labios acaricia.
Desde el rincón de la nostalgia
el hechicero hizo su conjuro,
se olvidó para siempre de la magia
y hasta su fin solo versos de lujuria en su pensamiento escribió.
Poema propio.
Fuente de LA IMAGEN. IA