No quiero que nadie me llore
Cuando mis ojos solo vean cielo o infierno.
¿De qué me servirán las lágrimas
Si cuando vivo no tuve las palabras
Que a los ojos me dijeran "te quiero"?
Si no importó que viviera solo en el rincón de los sentimientos,
Si todo daba igual,
Si es que solo reía de rabia
O lloraba a lágrima viva por los que pensaban que me tenían que querer,
Y que solo se acordarán de mí
En el momento del sepelio.
Por eso es que prefiero esta soledad
Y aprender a quererme,
Que por tanto querer a los demás, de mí nunca tuve tiempo de hacerlo.
No quiero que nadie me llore
Cuando ya no pueda estar en su tiempo.
Ya me acordaré yo de ellos.
Seguro que, aunque solo me queden huesos,
Los seguiré todavía queriendo.
Poema propio.
Fuente de la imagen... Propia