ENG
One of Luna’s passions is “breading it” with the sand of the beach. Before, when she lived in Chile, she didn’t like to swim in the sea, I don’t know if it was because the water was too cold or because she hadn’t known the meaning of happiness in the sand of the sea.
When we arrived in Venezuela, specifically on the island, I took her practically the next day to the beach. That time she didn’t feel like swimming, in fact she spent some time lying on the shore with no intention of going in. So much so that I had to get in up to my knees to encourage her. In one of those many times I managed to get her to get in. First she started with her legs, then part of her body until one day we went and without a second thought she ran to bathe as if there was no tomorrow.
Today, it is one of his favorite places and it is practically one of the things he enjoys doing most in the world. Now I can say that she loves it so much that sometimes when we go to a place that is in front of the sea I have to keep an eye on her because it has already happened that when I realize it, she is swimming alone on the shore.
Watching her swimming and then rolling in the sand makes me realize how much she enjoys it and of course her happiness makes my day and makes me love her more every day. I hope if you have a furry child you love it as much as if it were a human child, they are definitely purity and joy for our hearts. Greetings and I send you a hug.
ESP
Una de las pasiones de Luna es “empanizarse” con la arena de la playa. Antes, cuando vivía en Chile, a ella no le gustaba bañarse en el mar, la verdad no sé si era porque el agua era muy fría o porque no había conocido el significado de la felicidad en la arena del mar.
Cuando llegamos a Venezuela, específicamente a la Isla, la llevé prácticamente al día siguiente a la playa. Esa vez no tenía muchos ánimos de bañarse, de hecho pasó un rato acostada en la orilla sin intenciones de meterse. Tanto así era que yo tuve que meterme hasta las rodillas para animarla. En una de esas tantas veces logré que se metiera. Primero empezó por las patas, luego parte del cuerpo hasta que un día fuimos y sin pensarlo dos veces se fue corriendo a bañarse como si no hubiese un mañana.
Hoy en día, es uno de sus sitios favoritos y es prácticamente una de las cosas que más disfruta hacer en el mundo. Ahora puedo decir que le gusta tanto pero tanto que a veces cuando vamos a algún sitio que esté frente al mar debo estar pendiente porque ya ha pasado que cuando me doy cuenta, está sola nadando en la orilla.
Al verla nadar y luego revolcarse en la arena me doy cuenta de lo mucho que lo disfruta y por supuesto su felicidad me alegra el día y me hace cada día amarla más. Espero que si tienen un hijo peludo lo amen tanto como si fuese un hijo humano, ellos son definitivamente pureza y alegría para nuestros corazones. Saludos y les mando un abrazo.
For the best experience view this post on Liketu