Saludos y buenos días para todos, amigos. Es un placer para mí iniciar en esta preciosa comunidad el día de hoy. En esta mañana bendecida por la luz del sol y la gracia divina, deseo compartir con ustedes un momento de reflexión y admiración hacia el poderío de Dios.

A través de la poesía, exploraremos juntos la grandeza del Creador del universo, quien con su infinito amor y sabiduría nos guía en nuestro caminar. Sin más preámbulos, los invito a sumergirnos en ella. Espero les guste. Es una creación mía exclusiva para esta comunidad.

En el principio, en el alba del tiempo, resplandecía la divina luz, Dios creador, supremo y sublime, con su poder, el universo condujo.

Con su palabra, la tierra formó, los mares separó, los cielos adornó. Creador del sol que brilla en el día, y de la luna que en la noche guía.

En cada estrella, su gloria reluce, en cada montaña, su grandeza se traduce. En el vuelo del águila, en el rugir del león, en la suavidad del viento, en la fuerza del ciclón.

Es el alfa y el omega, principio y fin, el pastor que cuida su rebaño sin fin. En su amor infinito, hallamos consuelo, en su gracia eterna, encontramos anhelo.

Desde los confines del vasto universo, hasta lo más íntimo de nuestro ser inmerso, Dios omnipotente, su poder despliega, en cada acto de amor, su grandeza llega.

En el destello de la aurora, en el ocaso dorado, en la lluvia que nutre la tierra y el prado. En el susurro del río, en el trinar del ruiseñor, en el brote de vida, en cada resplandor.

En la tormenta que ruge con furia desatada, en la calma serena que sigue a la jornada. En la esperanza que florece en el corazón humano, en el perdón que sana, en el amor.

Bendito seas, oh Dios, por tu magnificencia, por tu infinita sabiduría y tu inmensa paciencia. Guíanos con tu luz en nuestro caminar, y en tu amor eterno, ayúdanos a descansar.

Que nuestra vida entera sea un canto de alabanza, a tu nombre, oh Señor, por toda la esperanza. Porque en ti encontramos fortaleza y salvación, en tu poder eterno, hallamos redención.

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Greetings and good morning to all, friends. It is a pleasure for me to initiate in this precious community today. On this morning blessed by sunlight and divine grace, I wish to share with you a moment of reflection and admiration for the might of God.

Through poetry, we will explore together the greatness of the Creator of the universe, who with his infinite love and wisdom guides us on our journey. Without further ado, I invite you to dive into it. I hope you like it. It is an exclusive creation of mine for this community.

In the beginning, at the dawn of time, shone the divine light, God the creator, supreme and sublime, with his power, the universe led.

By his word, the earth he formed, the seas he parted, the heavens he adorned. Creator of the sun that shines by day, and of the moon that guides by night.

In every star, his glory shines, in every mountain, his greatness is translated. In the flight of the eagle, in the roar of the lion, in the softness of the wind, in the strength of the cyclone.

He is the alpha and the omega, the beginning and the end, the shepherd who watches over his endless flock. In his infinite love, we find comfort, in his eternal grace, we find longing.

From the confines of the vast universe, to the innermost recesses of our being immersed, God omnipotent, his power unfolds, in every act of love, his greatness comes.

In the flash of dawn, in the golden sunset, in the rain that nourishes the earth and the meadow. In the whisper of the river, in the nightingale's warble, in the bud of life, in every glow.

In the storm that rages with unleashed fury, in the serene calm that follows the journey. In the hope that blossoms in the human heart, in the forgiveness that heals, in love.

Blessed are you, O God, for your magnificence, for your infinite wisdom and your immense patience. Guide us with your light on our journey, and in your everlasting love, help us to rest.

May our whole life be a song of praise, to your name, O Lord, for all hope. For in you we find strength and salvation, in your eternal power, we find redemption.