Ilusión es un elemento que pocos hoy conservamos, mas por suerte o por desgracia quedamos algunos que nos aferramos a él. No importa el propósito por el cual mantengamos la ilusión en nuestros corazones sino la fortaleza que nos brinda para lidiar con la realidad y vivir cada día con el concepto de ser más humano. Se acercan esos mágicos días donde los tres reyes magos descienden y obsequian a los niños del mundo sus más añorados juguetes. Es por ello que a manera de honrarlos he escrito este breve cuento dedicado a todos los niños, esos que nos alegran y llenan de vida nuestros días, los que nos pintan sonrisas en las caras y provocan el más tierno amor en nuestros corazones. Debo de confesar que esta faceta de escribir es nueva en mí pero guardo las esperanzas de que mi cuento les guste y si tienen peques en casa puedan leérselo antes de dormir.
Illusion is an element that few of us retain today, but luckily or unluckily some of us cling to it. It doesn't matter why we hold onto illusion in our hearts but the strength it gives us to deal with reality and live each day with the concept of being more human. Those magical days draw near when the three wise men descend and give the children of the world their most longed-for toys. That is why, in order to honor them, I have written this short tale dedicated to all children, those who bring joy and vitality to our days, those who paint smiles on our faces and evoke the most tender love in our hearts. I must confess that this writing facet is new to me but I hold out hope that you will like my tale and if you have little ones at home, you can read it to them before bedtime.
¡Capturemos a los Reyes Magos!
Eran los primeros días del año, -¡Que ilusión!-, todos los pequeños corrían alrededor de la plaza, sin motivo alguno, pero lo hacían. Los días transcurrían así entre risas, cantos y travesuras, era evidente que se conservaba un poco de la magia navideña. Aún en los hogares se observaba la decoración alentadora de una navidad que reflejaba una sociedad perfecta, más todos sabían que desgraciadamente no era así. Eran tiempos precarios en el pequeño pueblo de Pixietown, no obstante, sus pobladores guardaban todos sus ahorros en aras de obsequiarles unas cálidas navidades a sus peques.
Los pequeños retoños retozaban sin parar de emoción y algunos deducían que se acercaba un día especial. Muchos se reunían y conspiraban para capturar a los tres reyes magos, sí, muchos tenían la ilusión de ser condecorados con la llave de la ciudad e incluso ser llevados ante el alcalde por dicho mérito. Iban pasando los días y con ellos el rumor de la conspiración infantil se iba esparciendo por las esquinas, todos querían entrar y ser parte del grupo denominado como “Los Distribuidores de Fantasías”. Los peques querían hacerse con el control de la distribución de los regalos y querían tener a los reyes magos como sus mentores, pero no contaban con la sabiduría de sus “víctimas”. Al llegar el tan esperado día, los infantes se reunieron en el parque céntrico al pueblo para repasar la estrategia. El plan era sencillo, usar a Timy como carnada y los demás estarían preparados con una gran net para pescarlos cual inocente pez en medio de su salto nocturno. Al terminar de repasar todo rigurosamente fueron a sus casas y filmaron la película de “Un Angelito en una Noche de Enero”. Sin embargo, al llegar la medianoche todos descendieron hacia el árbol que quedaba justamente frente a casa de Timy. Permanecieron en silencio durante horas, algo casi imposible para niños tan revoltosos como ellos, pero siguieron su plan al pie de la letra. En un determinado momento observaron varias chispas, diminutas pero intensas, que llevaban hasta la casa de Timmy. Sin esperar aviso fueron todos preparados para hacer historia, mas cuando entraron solo estaba Timy rodeado de juguetes y dulces. A día de hoy los niños recuerdan con sonrisas la brillantez de los reyes magos y agradecen la gran lección aprendida ese día: “Nadie en este mundo, ya sea un hombre o un pelotón, puede detener la divinidad de tres hombres sabios cuya labor es premiar a los seres más inocentes y traviesos de este mundo.”
Let's capture the Three Wise Men!
It was the first days of the year -So exciting!- all the little ones were running around the square, without any reason, but they did. The days passed like this with laughter, singing, and mischief, it was evident that a little Christmas magic was still preserved. Even in homes, the encouraging decorations of a Christmas that reflected a perfect society were observed, but everyone knew that unfortunately it was not the case. Times were tough in the small town of Pixietown, however, its inhabitants saved all their money in order to give their little ones warm Christmases.
The little ones frolicked nonstop with excitement and some deduced that a special day was approaching. Many gathered and conspired to capture the three wise men, yes, many harbored the illusion of being honored with the key to the city and even being brought before the mayor for such merit. Days went by and with them, the rumor of the children's conspiracy spread through the corners, everyone wanted to join and be part of the group called "The Fantasy Distributors". The kids wanted to take control of gift distribution and they wanted the wise men as their mentors, but they did not count on the wisdom of their "victims". When the long-awaited day arrived, the children gathered in the central park of the town to go over the strategy. The plan was simple, to use Timmy as bait and the others would be ready with a large net to catch them like an innocent fish in the middle of their nocturnal leap. After thoroughly reviewing everything, they went home and filmed the movie "A Little Angel on a January Night". However, at midnight they all descended towards the tree right in front of Timmy's house. They remained silent for hours, something almost impossible for such unruly children like them, but they followed their plan to the letter. At a certain moment, they saw several sparks, tiny but intense, leading to Timmy's house. Without waiting for a signal, they were all prepared to make history, but when they entered, only Timmy was surrounded by toys and sweets. To this day, the children remember with smiles the brightness of the wise men and thank the great lesson learned that day: "No one in this world, be it a man or a platoon, can stop the divinity of three wise men whose task is to reward the most innocent and mischievous beings of this world."
Y recuerden amigos, no hay que ser niños para guardar un poco de ilusión en nuestros corazones, solo hay que ser valientes.
And remember, friends, you don't have to be children to hold onto a little bit of illusion in your hearts, you just have to be brave.
Las fotos utilizadas en la publicación fueron descargadas de Pixabay:
https://pixabay.com/photos/star-moon-wise-men-three-kings-6880592/
https://pixabay.com/photos/christmas-tree-buildings-5846564/
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