@emiliorios, nos habla en su más reciente publicación, acerca de como vivir las navidades sin angustias, y me gustó mucho su enfoque y lo que nos promete para próximas publicaciones, porque es verdad, que a medida que pasa el tiempo, crecemos, vivimos y avanzamos, las cosas van cambiando y a muchos de nosotros, esos cambios nos afectan y pueden llenar de angustia nuestras navidades.
Y como seres creadores, que estamos en búsqueda de nuestro bienestar. Asumir la tarea de crear un concepto de la navidad agradable, llena de agradecimientos y digna de crear nuevos y bonitos recuerdos, es una misión que nos beneficiará enormemente.
La nostalgia después de los cambios en la navidad:
Cambia, todo cambia, como dice la canción que interpretaba Mercedes Sosa, y que yo cambie no es extraño. Cuando era niña, disfruté mucho de las navidades. Rodeada de mi familia materna, allá en la ciudad de Maracay, o acá en San Fernando de Apure, rodeados de amistades entrañables. La llegada del niño Jesús, los parrandones con mi hermano en el tambor y yo desgañitada cantando, las cenas navideñas, los intercambios de regalos. Hasta pintar y decorar la casa era símbolo de disfrute y de emoción navideña.
Los años fueron pasando y muchos de mis familiares ya partieron. La forma de celebrar la navidad fue cambiando, pero nunca hemos perdido la esencia de lo que es, y creo que es, gracias a la existencia de los niños en casa.
Hace pocos días escuché a Valentina Quintero decir; que la navidad, son Río y Teo, sus nietos. Y automáticamente pensé; "La navidad, son: Eileen, Viviana y Álvaro" mis tres hijos. Y estoy segura de que fui y a lo mejor todavía soy, junto a mis hermanos, la navidad de mis padres, y que mis sobrinos son la navidad de mis hermanos. Y así para todos los padres y abuelos del mundo.
La navidad gira en torno a los niños que fuimos y a los niños que nos rodean:
Los adultos decoran para alegrar la vista de los más pequeños. Preparan galletas, dulces caseros, y ricas comidas, para complacer a los niños de su hogar. Compran juguetes y juegan ser el niño Dios, para disfrutar de las hermosas caras de los niños al recibir sus regalos. Cantan villancicos y se esmeran en que los niños aprendan esas tiernas melodías, para crear bonitos recuerdos entorno a la música navideña. En fin, hacemos todo lo que hacemos, para ver disfrutar a los niños, de esta época tan bonita, así como lo hicieron nuestros padres y abuelos con nosotros.
Afrontar los cambios:
Muchos experimentamos todos los cambios de la época de navidad, a veces sin mucha trascendencia, pero el cambio que se produce, cuando parten los seres queridos es una situación que para todos es bastante difícil de afrontar. Y es valioso el aprender, esa nueva forma de estar, de vivir, sin esas personas que formaron parte de las alegrías navideñas.
Una de las mejores herramientas es el agradecimiento. El sentirnos afortunados de haber sido parte de su familia o de sus afectos y seguir su legado de amor y de amistad. Imaginar que si fuéramos nosotros los que hemos partido y pudiéramos asomarnos por un huequito, no nos gustaría que a causa de nuestra ausencia, nuestros seres queridos fueran muy infelices y no disfrutaran de la navidad.
Entonces en honor a ellos podemos dar otra perspectiva a las festividades navideñas.
Otros aspectos a tomar en cuenta:
Así como menciona @emiliorios, en su publicación, aparte de los temas emocionales, el tema económico y de la salud, también son aspectos importantes para tomar en cuenta.
En cuánto a economía se refiere, en mi caso, es la comida la que se lleva el primer lugar en la lista de planificación. En casa nos gusta mucho preparar los diferentes alimentos a los que estamos acostumbrados los venezolanos en la navidad. Las hallacas, el pan de jamón, pernil, el dulce de lechosa, la ensalada de gallina, galletas, carato, poche crema, y muchos platos típicos más.
Entonces a la hora de sacar presupuesto, siempre estamos atentos a que todo alcance para poder complacer nuestro paladar nostálgico-tradicional, porque venezolano que no coma hallacas, pan de jamón, pernil, ensalada de gallina, y los demás platos, hay que hacerle una prueba de nacionalidad.
La otra parte del presupuesto se va a la pintura de la casa y las decoraciones. Siendo estas últimas en las que menos gasto, pues tengo la habilidad de realizar yo misma los adornos y con comprar los materiales, me basta.
La salud, ya no es la misma de cuando éramos niños y hay que prestar atención a las cantidades y a lo que comemos, pero eso, que no nos quite lo bailao. Probar los deliciosos platos navideños, manteniendo el control de lo que se puede comer y lo que no, puede ser una buena forma de disfrutar en las festividades. Si bien, hay que tener cuidado con ciertos alimentos, dar una probadita en la cena de navidad se puede excusar con el refrán de que una vez al año no hace daño. No me presten atención a mí, háganle caso a los doctores.
Les deseo de todo corazón que puedan conseguir dentro de cada uno de ustedes, la motivación para festejar y disfrutar de las festividades navideñas. Si tienen niños en su entorno, ellos serán el mayor estímulo para querer celebrar.
Gracias por leerme. Que tengan felices fiestas.