
En los lugares más alterados y en donde se evidencia una mayor e intrusiva actividad humana (agroecosistema), podemos ver de forma muy significativa fluctuaciones poblacionales en todo lo que a seres vivos se refiere, de manera que, entre cientos y miles el poderío adaptativo o las capacidades de ciertas variedades del taxón conocido como Heteroptera los convierte en componentes biológicos muy habituales en espacios antropogénicos, consolidándose una porción de estos como un elemento clave para el control de otras especies (controladores), pero la gran mayoría serán un problema a tener en cuenta por el evidente dominio de la herbivoría como forma de alimentación en un gran porcentaje de las especies de este suborden de insectos. A pesar de esto, todo el conjunto de especímenes que conforman este suborden que asciende por encima de las 40.000, en términos ecológicos son completamente indispensables para los sistemas naturales, pues, son muy activos desempeñando distintos roles arraigados a los diferentes hábitos que definen a sus ejemplares, por lo que así como hay "chinches" que se alimentan de plantas, otros son entomófagos y una minoría es hematófaga.
Mencionado esto, para la siguiente publicación preparé un conjunto de fotografías sobre 3 especies distintas del mismo suborden, gracias a esto se podrán apreciar diversos detalles de cada una de estas y algunos de los rasgos más notorios que posee cada familia a la que pertenecen, lo que también permite diferenciar a estos heterópteros. De igual manera, algunos de estos 3 especímenes que actuarán como modelos biológicos para la publicación son muy reconocidos a nivel agrícola, otros tienen una relevancia menor en términos generales, pero son de interés en ciertos y específicos tipos de cultivos, lo que deriva en que ante sus presencias se deban de monitorear las plantas ante posibles incidencias negativas de dichos heterópteros.

En este segmento inicial, comparto a 3 ejemplares que en ciertos aspectos estéticos son muy parecidos entre sí, pero mientras más los observemos de forma detenida nos daremos cuenta de que son especies muy distintas, aun así, las características compartidas de este trío (A, B, C) mostrado en las fotografías nos permite ubicarlos dentro del taxón llamado Heteroptera (un suborden de hemípteros), de aquí parten juntos y posteriormente se van separando en familias distintas hasta llegar a la respectiva especie de cada una. Ahora, lo que hay que tener en cuenta es que de estos 3 solo una pertenece a una familia distinta, en este caso es el espécimen de la imagen A siendo este un pentatómido, mientras que los presentados en las fotografías B y C son todavía más cercanos porque pertenecen a la misma familia e incluso ambas están en la misma subfamilia, en este caso Coreidae (familia) y Coreinae (subfamilia), de ahí también el hecho de que sean los más "parecidos" de los 3.
Entre los detalles más evidentes que nos permiten clasificar a las 3 dentro del mismo suborden tenemos como principal un detalle inherente a sus alas, pues, el primer par tiene una modificación que es muy propia de este grupo, la parte más cercana a la base del primer par de alas está endurecida por acción de la quitina, dicho endurecimiento no se extiende por toda este par de alas, sino que deja una porción completamente membranosa (parte apical), en el ejemplar de la foto B esto es más evidente porque en esta parte endurecida ostenta colores como el negro y una porción más cercana al rosado, mientras que toda la parte del ala que queda como membrana tiene un color negruzco, dicho par de alas en este trío de especímenes y similares se denomina hemiélitros.

Espécimen de la familia Pentatomidae y el género Oebalus
Ahora, con el propósito de desglosar más a cada uno de los 3 ejemplares compartidos en el segmento anterior, daré algunos detalles de cada uno por separado. El primero puede ser visto en estas fotografías, este espécimen de poco más de 1 centímetro de longitud y de coloraciones poco vistosas pertenece a un género algo popular llamado Oebalus, hasta ahora se sabe que este género de heterópteros tiene por lo menos a unas 6 especies con una distribución geográfica algo limitada, el punto fuerte de las mismas es que algunos de sus miembros han llegado a superar umbrales de daño en distintas gramíneas, principalmente en el arroz, siendo aquí en donde radica el principal aspecto negativo de los miembros de este género (Oebalus). A su vez, entre los evidentes detalles de este ejemplar podemos notar que su coloración es marrón, pero en la parte triangular apreciable sobre su dorso (escutelo) la coloración es más cercana al amarillento, revisando diversas variedades de este género (Oebalus) pude darme cuenta que el color recurrente en estas además del marrón es el negro (dependiendo de la especie).
Otro detalle sobresaliente lo podemos notar en la fotografía de la derecha, remarcado con círculos rojos podemos ver 2 pinchos muy pronunciados con una ligera curvatura hacia arriba, estos forman parte de lo que se conoce como ángulo humeral, en sí es una ligera extensión de los vértices que forman parte del pronoto en este ejemplar de Oebalus u otros parientes, no es algo muy extraño de ver, ya que muchos ejemplares de este suborden (Heteroptera) también suelen poseerlos, el punto es que en algunas especies son más evidentes que en otras y pueden ser cortos, rectos o curvos.

Ejemplares de la familia Coreidae y la subfamilia Coreinae
Por otro lado, en este segmento podemos ver a las 2 especies compartidas en un inicio que pertenecen a la misma familia. En la imagen de la izquierda tenemos a un ejemplar que, pese a que no es muy desconocida, es la primera vez que logré fotografiar a una en un área que frecuento mucho para realizar colectas, la misma y como se indica en el pie de la fotografía se ubica en un género con mayor popularidad y con elevada presencia en el continente americano llamado Hypselonotus. Este comprende un estimado de 11 especies, poseen una envergadura destacable y una gran porción de estas especies pueden tener alto impacto sobre distintos cultivos porque no tienen una planta específica de la cual se alimentan (son polífagas), por ejemplo, solo la que se comparte en las fotografías la cual corresponde a una Hypselonotus fulvus tiene más de 10 tipos de plantas como fuentes de alimento, formando todas estas plantas parte de la producción agrícola que maneja el hombre, de ahí el hecho de que este insecto esté en las "listas negras agrícolas".
Entre los detalles externos podemos notar que esta Hypselonotus fulvus tiene una coloración predominante cercana al amarillo, pero al enfatizar sobre el par de alas anterior (hemiélitros) notaremos otros detalles coloridos que van desde el negro con un porción cercana al rosado, este último color puede ser variable, ya que algunas tienen esta parte anaranjada.

El otro ejemplar compartido en varias fotografías y que en esta foto se puede ver a la derecha es el más grande de los 3 presentados, sobre este no hablaré mucho por el hecho de que lo introduje solo para realizar comparativas con las otras 2 especies presentadas en la publicación, este es una Leptoglossus gonagra que ya tuve la oportunidad de traer al blog en una publicación que puedes ver aquí. Ahora, en este segmento de la publicación podemos ver que tanto el espécimen mostrado a la izquierda (H. fulvus) como la que se presenta a la derecha (Leptoglossus gonagra) son los que más guardan similitudes entre los 3 que he compartido, esto se debe a que estas pertenecen a la misma familia, siendo mucho más cercanas que el pequeño ejemplar de Oebalus sp que mostré en imágenes anteriores.
De esta forma, si dejamos de lado todo lo relacionado con sus coloraciones notaremos que los ejemplares de las fotos de esta sección tienen una morfología muy parecida, exceptuando en que el último par de patas en L. gonagra (foto derecha) está modificado y toma una apariencia de ramas o de pequeños restos de hojas, esta característica es bastante habitual en miembros de esta familia conocida como Coreidae, pero en esta regla también hay excepciones y esto podemos verlo en la H. fulvus de la foto de la izquierda, pues, pese a que es de esta misma familia no tiene esta modificación en el último par de patas.

Para concluir, a lo largo de esta publicación se compartieron ciertos detalles inherentes a las características y a la vida de estos ejemplares, entre otros aspectos que tienen en común es que los 3 especímenes que presenté se alimentan de plantas y tienen su peso negativo en dicho punto, también comparten mecanismos de defensa (producción de olores) pues, tanto H. fulvus, Oebalus y L. gonagra (especies de este post) generan sustancias mal olientes que suelen ser empleadas cuando se sienten amenazados, adquiriendo de esta forma una posibilidad de escape ante la amenaza, de allí el reconocimiento negativo que podrán encontrar en distintas lecturas sobre estos ejemplares. Por lo demás, no suelen representar un peligro directo para el humano, en muy raros casos pueden emplear su pieza bucal (estilete) para defenderse, esto genera una picadura algo dolorosa más no peligrosa.

Todas las fotografías compartidas en este post pertenecen al autor @abneagro. Las imágenes fueron editadas con la aplicación Canva.

Algunas referencias e información de interés:
Hypselonotus fulvus (De Geer, 1773)

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