"Cada cumpleaños es un regalo. Cada día es un regalo." — Aretha Franklin
El pasado Jueves, el mayor de mis dos hijos celebró su cumpleaños número 28.
Un 10 de Octubre, pero de 1996, debutaba como padre al nacer en horas de la tarde de aquel día, mi primogénito, al que su madre y yo habíamos acordado ponerle por nombre Manuel Guillermo, el mismo nombre de mi padre, quien lamentablemente no pude conocer a ninguno de sus nietos por haber fallecido cuando yo aún era un adolescente .
Ciertamente no hay manual de instrucciones que permitan guiar a los padres primerizos en la crianza de los hijos, simplemente es un sistemático y contínuo proceso de ensayo y error, cargado de mucha paciencia y amor, pero nuevamente reincidimos cuando seis años después llegó a este mundo nuestro segundo hijo.
No pude estar presente físicamente en la celebración de este nuevo cumpleaños, puesto que mis hijos viven desde hace algún tiempo con su madre en Caracas, ciudad que dista de Barquisimeto donde resido, poco más de 360 kilómetros, lo que se traduce en un viaje de alrededor de 4 horas manejando, sin embargo, siempre he permanecido presente como padre y amigo a pesar de la distancia geográfica que nos separa.
He querido compartir con todos mis lectores una pequeña recopilación de fotografías tomadas a lo largo de los años, desde los primeros meses de vida de mi hijo hasta mediados del año pasado, cuando recibió su título de Ingeniero en Computación en el alma mater que escogió para cursar sus estudios.
Last Thursday, the oldest of my two sons celebrated his 28th birthday.
On October 10th, but in 1996, I made my debut as a father when my firstborn was born in the afternoon of that day. His mother and I had agreed to name him Manuel Guillermo, the same name as my father, who unfortunately I was not able to meet any of his grandchildren because he passed away when I was still a teenager.
Certainly there is no instruction manual to guide new parents in raising children, it is simply a systematic and continuous process of trial and error, loaded with a lot of patience and love, but again we relapsed when six years later our second son came into this world.
I could not be physically present at the celebration of this new birthday, since my children have been living for some time with their mother in Caracas, a city that is a little more than 360 kilometers away from Barquisimeto where I live, which translates into a trip of about 4 hours driving, however, I have always remained present as a father and friend despite the geographical distance that separates us.
I wanted to share with all my readers a small compilation of photographs taken over the years, from the first months of my son's life until the middle of last year, when he received his degree in Computer Engineering at the alma mater he chose to pursue his studies.
Todas las Fotografías son de mi Autoría y editadas con las aplicaciones Picsart, Snapseed y/o Capcut
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