Después del examen, decidimos relajarnos y recargar energías en Starbucks. Nos sentamos en el balcón de la facultad, disfrutando de un buen café y compartiendo risas y anécdotas sobre la materia. El ambiente estaba lleno de camaradería y alivio tras la presión del examen.
Luego, con el ánimo a tope, nos dirigimos a McDonald's para seguir la celebración. ¡Nada como unas papas fritas y una hamburguesa para continuar la fiesta! La conversación seguía fluyendo y la buena onda era contagiosa.
Para cerrar el día, terminamos en Pancho 46. Un clásico que no podía faltar. Entre panchos y refrescos, la noche fue el broche de oro para una jornada llena de esfuerzos y recompensas.
Definitivamente, estos momentos nos recuerdan que, además de los estudios, lo que realmente vale son las experiencias compartidas y las amistades que cultivamos en el camino. ¡Vamos por más éxitos juntos!