Definitivamente cada cabeza es un Mundo y en vano desperdiciaríamos gran parte de nuestra vida si quisiéramos complacer a las personas que giran a nuestro alrededor. Pienso que nos debemos a nosotros mismos, sin importar el ¿qué dirán?, porque siempre habrá alguien que hable de tí, bien o mal.
La vida es relativamente demasiado corta en el tiempo, así que debemos aprovecharla al máximo, vivir el momento, cada segundo vale oro, convirtiéndose el tiempo pasado en experiencias vividas y el tiempo futuro en ilusiones y oportunidades de vida. La regla general es no andar por el Mundo haciendo el mal con un propósito oscuro, no meterle cosas dañinas a nuestro cuerpo, siendo éste nuestro templo sagrado y siempre con la mentalidad positiva dejemos fluir nuestro accionar de cuerpo, mente y espíritu, convencidos en que todo lo que hacemos nos reconforta.

Relato basado en la vida real @anecdotas
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