Poemario Crisis
Poema 1
Esto no es un poema, es un cliché,
es la cursilería en estado hyper.
Es lo que has pensado y no has dicho,
es lo que has dicho muchas veces sin pensar.
Es el clímax saturado del libreto,
la catarsis repetitiva sobre las tablas.
La misma melodía remasterizada
hasta el agobio,
el mismo gusano de oreja, el mismo estribillo.
Como un humpa humpa malgastado
por un rancio tumpatumpa pedante
de unos Oompa-Loompas exhaustos
que no tienen para pagar el chocolate.
Esto es un préstamo, un plagio,
la copia de la copia de la copia
del mismo guión blockbústico,
bombástico hollywoodense,
con todos sus héroes y sus chicas,
todos sus temerarios acabando
terminalmente con el infame villano,
pero al revés.
Esto es un grito de socorro,
es un ¡Ay Dios mío, que será de nosotros!
es un ¡Esto ya no hay quien lo resista!
Pero amanecemos resistiendo,
sacándonos las espinillas frente al espejo,
y seguimos despertando sin oro,
sin plata, siquiera bronce.
Esto es un boceto de un copycat amateur
queriendo pintar la misma aflicción,
un ciego guitarrista que desacuerda,
un Guernica tropical isleño,
un tríptico distópico,
una cena, al menos una,
aunque sea la última.
Es otra fotografía más sacada del negativo
desgastado y descolorido.
Esto es un reinvento, una transcripción
de lo sánscrito a lo apócrifo,
un bastardo, un fraude, una imitación
del mismo libro de caballería
narrado ya por todos los juglares, trovadores, cuentacuentos, trotamundos,
con sus caballeros en su armadura,
con sus códigos y sus doncellas,
a la caza del dragón, del gigante,
trayendo el honor a su escudo y a su nombre,
pero al revés.
Esto es tu queja desconstitucionalizada,
lo basto y mediocre de tu protesta,
la vulgaridad en tu descontento,
tu lamento desaprobado.
Es la disonancia antropocéntrica
de un capitolio capitulando,
reduciendo tu antropónimo
a un trastorno antropológico.
Esto es crisis.
Son todas las crisis encarnadas
en una exuberante avalancha
aplástandote, hundiéndote
en el subsuelo de la miseria,
más allá del límite de lo inaguantable.
¡Atento! ¡Detente! ¡No prosigas!
Esto es disidencia,
un obsceno acto divergente,
una provocación...
Una enfermedad virtualmente contagiosa,
el peligroso hierro en tu memoria,
la problemática proteína en tu psicosis.
Una sátira haciendo malabares,
una ópera drástica, dramáticamente incorrecta,
con sus ligados, sincopados y dacapos,
de movimientos suaves, sensibles y clandestinos,
sus tenores, sopranos y contra-altos,
con sus valquirias guerreras,
con sus guerreros caídos,
cabalgando unidos en el Valhalla,
arremetiendo, triunfantes en el Ragnarök,
pero al revés.