Hello dear Hive, have a good Sunday everyone.
Today I am going to venture into the story genre since yesterday I had an inspiration to write again.
A talk that took place on the shores of Lake San Vicente in the south of the Province of Buenos Aires, on a sunny Saturday afternoon. A dandelion is sitting in the grass contemplating the lake and reflecting on 2024. A year full of surprises and beginning to say goodbye to begin a new one full of expectations.
The dandelion was born there in San Vicente, three blocks near the lake, in a garden of a random house of an ordinary family. He always wanted to know the lake, since he heard the inhabitants who always went fishing and spent the day on its shores.
One very windy night, he saw his train that would take him around the world pass by and that's how a gust made him fly like a cosmic kite through the air of the neighborhood. The blizzard made the little dandelion sigh and dream as he imagined going very far and saw for the first time something beyond his native garden. Full of hopes, he went as far as he could, until the wind stopped. The next day, a boy who was going to the lake with his mother picked him up from the ground and carried him with him. The universe smiled at the little dandelion who saw his big dream come true. When the boy reached the lake, he blew on the dandelion that raised its arms towards the sky and was grateful for that special moment by falling on the shores of the lake, staying there to contemplate the wonder of the world.
After a while, a cigarette butt falls next to him, still smoking its last lit ash, greeting and saying: "Good afternoon!...After traveling the world so much, I came here, on the shores of the lake to contemplate this sunset".
The cigarette butt came from Paraguay in a shipment of dubious origin, going down in a container, down the Paraná River by boat until reaching the Santa Fe port from where it would arrive to Buenos Aires by truck, ending up staying in a kiosk in San Vicente. After several weeks in the display case, it was bought by a local, who in his haste to attend to his fishing rod, carelessly threw it on the shores of the lake, falling next to the dandelion, who was contemplating the sunset in a sigh.
Later, a pigeon feather would land next to them, with majestic elegance presenting itself to the two observers. "Have a good afternoon: dandelion and cigarette butt!...Here I come to sit after my trip, to watch this sunset, saying goodbye to the last Saturday of the year" said the feather.
In the flight of a dove, crossing the beginning of a new season, it begins to change its plumage and sheds one of its feathers, which falls on the shores of the lake next to the two spectators.
This is how the three of them stand admiring nature and the colors of the sunset.
![ SPANISH]
Hola estimados de Hive tengan todos un buen domingo.
Hoy voy a incursionar el el genero relato ya que ayer tuve una inspiración para escribir nuevamente.
Una charla sucedida a orillas del lago San Vicente en el sur de la Provincia de Buenos Aires, una tarde de sábado soleada. Un diente de león se encuentra sentado en el pasto contemplando el lago y reflexionando sobre el 2024. Un año colmado de sorpresas y que comienza a despedirse para dar comienzo a uno nuevo lleno de expectativas.
El diente de león nació allí en San Vicente, a tres cuadras cerca del lago, en un jardín de una casa cualquiera de una familia común. Siempre quiso conocer el lago, ya que escuchaba a los habitantes que siempre iban a pescar y a pasar el día a sus orillas.
Una noche de mucho viento, vio pasar su tren que lo llevaría a recorrer el mundo y así fue que una ráfaga lo hizo volar como un barrilete cósmico por los aires del barrio. La ventisca hacia suspirar y soñar al pequeño diente de león que imaginaba con llegar muy lejos y veía por primera vez algo mas allá de su jardín natal. Lleno de ilusiones, llego hasta donde pudo, hasta que el viento se detuvo. Al día siguiente, un niño que iba para el lago con su madre lo levantó del piso y lo cargó consigo. El universo sonrió al pequeño diente de león que veía su gran sueño hacerse realidad. El niño al llegar al lago sopló al diente de león que levantaba sus brazos hacia el cielo y agradecía ese momento especial cayendo a orillas del lago, quedándose allí a contemplar la maravilla del mundo.
Al rato, cae al lado de él, una colilla de cigarrillo, aún humeando su última ceniza encendida, saludando y diciendo: "!Buenas tardes!...Después de tanto recorrer el mundo llegué hasta aquí, a orillas del lago a contemplar este atardecer".
La colilla de cigarrillo venía desde Paraguay en un embarque de dudosa procedencia, bajando en un contenedor, por el río Paraná en barco hasta llegar al puerto Santa Fe desde dónde llegaría hasta Buenos Aires en camión, para terminar hospedándose en un kiosco de San Vicente. Después de varias semanas en la vitrina, fue comprado por un lugareño, que en su apuro por atender su caña de pescar, lo arrojo con descuido a orillas del lago, cayendo al lado del diente de león, quien contemplaba en un suspiro el atardecer.
Más tarde, aterrizaría, junto a ellos, una pluma de paloma, con majestuosa elegancia presentándose ante los dos observadores. "Tengan ustedes buenas tardes: diente de león y colilla de cigarrillo!...Aquí vengo a sentarme luego de mi viaje, a observar este atardecer , despidiendo el último sábado del año" dijo la pluma.
En el vuelo de una paloma, atravesando el inicio de una nueva estación comienza a cambiar su plumaje y desprende una de sus plumas, la cual cae a orillas del lago junto a los dos espectadores.
Así quedan los tres admirando la naturaleza y los colores del atardecer.