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Continuando con el tema del bienestar digital es muy importante que toquemos el tema de los teléfonos celulares ya que el uso excesivo de estos dispositivos es mucho más relevante día tras día.
El hecho de decir que el celular no es mi amigo nos permite iniciar una reflexión de cómo está herramienta que de alguna manera existe para facilitar nuestra vida puede fácilmente convertirse en un distractor continuo y mucho más aún, puede afectar nuestras relaciones personales Y hasta nuestra salud mental y física.
Por qué razón decimos que el celular no es un amigo, esto es simple o sea que el uso excesivo del celular nos puede ocasionar un tipo de adicción o dependencia, dificultando así realizar otras tareas, puede generar menos estrés y así edad o afectar el sueño entre muchas otras cosas.
Desde que se implementó el uso excesivo de estas tecnologías de interacción virtual se ha producido un incremento del aislamiento social ya que poco a poco se pierden las conexiones entre las personas de manera física, recordemos que nosotros debemos tener interacciones físicas con otras personas.
También se ha incrementado el estrés ya que la dependencia por estar al tanto de las notificaciones de manera constante genera estrés y también un agotamiento mental y físico, por consecuencia el impacto en la salud se ve potencial, pensemos en la dificultad de la visión, dolores de cuello y espalda sumado a los trastornos del sueño.
Quizás todo eso suene como algo demasiado extremo pero podemos ver a nuestro rededor si es que nosotros no estamos siendo víctima o esclavos de estos dispositivos como otras personas si están padeciendo esto.
¿Cómo podemos comenzar a generar un equilibrio saludable con el uso de nuestro dispositivo celular? Lo primero que tenemos que hacer es establecer límites, esto significa que debemos definir horarios para dejar de utilizar, generar el hábito de dejarlo lejos de donde dormimos, en el caso del almuerzo o en el lugar que tenemos para comer tengamos el celular lejos. Una opción saludable también es desactivar las notificaciones constante, esto reduce significativamente las distracciones.
Puedes trabajar en crear diferentes espacios libres de tecnologías, por ejemplo: puedes crear un espacio de libre de pantalla donde de alguna manera se fomenta en las actividades familiares y otras no requieran el uso de nuestros dispositivos celulares. Es muy importante que para esto seas creativo y utilices las diferentes alternativas ya sean de manera personal o familiar como por ejemplo: trata de leer un libro, hacer ejercicio, pasar más tiempo en la naturaleza y enfocarte en reforzar o crear relaciones sociales.
Con todo esto quiero que seamos conscientes de que el problema no es el dispositivo por sí solo, nosotros debemos ser plenamente conscientes de qué tenemos que poner nuestros propios límites y no permitir ser esclavos de los atractivos que nos motivan a no llevar una vida de " bienestar digital ".
Lo relatado en esta publicación es 100% de mi autoría, ha salido de mi cerebro por mi experiencia, fracasos y estudio de distintas fuentes. Cualquiera que quiera tomar parte de este relato puede solicitar el permiso correspondiente para hacerlo.
Mis logros.
